Con música, baile y una serenata, las mujeres se apoderaron ayer de la plaza Juan E. O’Leary de Asunción como una previa del Día de la Mujer Paraguaya que hoy se celebra.
Madres, hijas, abuelas, profesionales, trabajadoras del campo o amas de casa, todas son descendientes de las reconstructoras del país. Esa es la visión de Ceferina Reina Guillén, que a sus 73 años subió al escenario con sus colegas del ballet municipal para honrar a todas las mujeres que llegaron ayer hasta la plaza.
Vestida de paraguayito, con camisa, pantalón, faja y sombrero, Ceferina se pone a bailar. “Las mujeres podemos hacer de todo. Se nos tiene que respetar. Una mamá, una abuela, levantó el país”, dice la bailarina, haciendo alusión al papel que desempeñaron las mujeres tras la Guerra de la Triple Alianza (1864-1870).
Es por eso que cada 24 de febrero se conmemora el Día de la Mujer Paraguaya, fecha de la primera Asamblea de Mujeres Americanas realizada en el año 1867, en el marco de la guerra contra Argentina, Brasil y Uruguay, ocasión en que las mujeres de Asunción y del interior entregaron sus objetos de valor para ayudar con la causa de la contienda bélica.
A más de tres años de aquella homilía del papa Francisco en la Basílica de Caacupé, en la que afirmó que “en toda América, la mujer paraguaya es la más gloriosa”, estas palabras siguen calando hondo. “Somos las más gloriosas porque la mujer paraguaya siempre es luchadora. Siempre lucha; a mis 73 años, sigo luchando y ahora por mis nietos”, señaló Ceferina.
Pidió a todas las mujeres que no decaigan ante las adversidades y que se propongan salir adelante como profesionales y se autorrealicen. “Les insto a mis compatriotas mujeres a que sean fuertes y no se rindan”, añadió.
El público en la plaza Juan E. O’Leary fue principalmente femenino durante el festejo por el Día de la Mujer Paraguaya. Madres y abuelas agradecieron el agasajo y acompañaron con aplausos a la Banda de la Municipalidad de Asunción, haciendo sus reivindicaciones y tomando varios sorbos de tereré.
Guadalupe de Ramos, minutos antes de subir al escenario con el ballet de la tercera edad, destacó el papel de la mujer en la sociedad y abogó por el respeto de sus derechos. Dijo que ser mujer y paraguaya es un orgullo y más todavía ese sentimiento se intensifica con la edad, al convertirse en abuela. Instó a que madres y padres enseñen a sus hijos a dignificar a la mujer y respetarla.
Más allá de una conmemoración sobre el papel que desempeñó la mujer en momentos críticos de la historia, hoy las mujeres siguen luchando no ya para reconstruir la sociedad tras una guerra, sino por ocupar más espacios en la toma de decisiones públicas, por la igualdad y el respeto de sus derechos.
El Día de la Mujer Paraguaya se celebra desde 1974 por iniciativa de la historiadora Idalia Flores de Zarza y la diputada Carmen Casco de Lara Castro.