El local Kingfish estaba bajo la mira de la Municipalidad de Asunción desde el pasado 3 de setiembre, fecha en la que el intendente Mario Ferreiro emitió la Resolución 1620, donde ordenó –como medida de urgencia– la suspensión de actividades.
El establecimiento ubicado sobre las calles Senador Long casi avenida España, en el barrio Carmelitas de Asunción, había incurrido en varias faltas, informaron desde la Comuna capitalina. El último episodio fue el ingreso de un cliente con un pato, que en un principio se pensó que era un ganso.
“Es un local que carece de medidas de seguridad de prevención contra incendios, tiene una cocina que tampoco está en condiciones aptas y seguras para su funcionamiento”, informó Carlos Halke, jefe del Departamento de Prevención de Incendios del municipio de Asunción.
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Además, el lugar contaba con una licencia provisoria para operar en el rubro de gastronomía-bar, pero tras intervenciones anteriores se descubrió que allí funcionaba una discoteca.
Halke recomendó a los clientes no ir al lugar aunque los propietarios lo habiliten al público, como ya lo hicieron previamente. En este sentido, anunció que de abrirse el local alguna de las noches, estarían expuestos a la clausura definitiva.
Dijo que los dueños deben ponerse inmediatamente en campaña para regularizar la documentación y realizar las modificaciones necesarias, instalar salidas de emergencia y refaccionar la cocina.
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El funcionario municipal advirtió que en la Municipalidad existe un programa de verificación de locales, teniendo en cuenta que se acerca la temporada de alta demanda de fin de año, y no descartan intervenir más locales nocturnos.