El famoso cefalópodo acertó a lo largo del torneo no solo el desenlace de los encuentros que disputó la selección alemana de fútbol, sino también la final entre España y Holanda que ganó el conjunto español.
Conocido como el “oráculo animal”, Paul era tentado con sendos cebos de carne de mejillón colocados en dos recipientes iguales de plexiglas y adornados con las banderas de los países que se enfrentaban y entre los que elegía al que consideraba que ganaría el enfrentamiento.