La historia de Max se viralizó en las redes sociales, cuando una joven mexicana lo adoptó tras haberlo rescatado de un criadero clandestino.
Yoselín Macías es el nombre de la estilista de mascotas que se propuso ayudar a Max con su enfermedad, luego de detectar varias bolitas en su cuerpo. Macías sometió al perro a análisis médicos, según una publicación de Los Andes.
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El informe que dieron a la joven no fue del todo alentador, pues el animal precisaba de quimioterapia. Cada sesión costaba USD 800, además de los medicamentos para complementar el tratamiento.
De todas formas, la mujer decidió luchar por Max y salió a vender cupcakes junto a su perro en una plaza ubicada en Hermosillo, capital del estado de Sonora (México). Sin embargo, el perro murió este domingo.
“Amigos, lamentablemente Max falleció esta mañana, le realizarán una necropsia para determinar la causa del fallecimiento y posteriormente lo llevaremos a un crematorio de mascotas”, escribió la mujer en su cuenta de Facebook.
Max había sido abandonado por su anterior dueño, quien aparentemente se deshizo del animal cuando este comenzó a padecer la enfermedad.
“Esta mañana, Max entró a mi cuarto, cosa que él nunca hacía; él dormía en la sala, se quedaba viéndome. Nunca voy a olvidar eso. Después durmió mucho a un lado de mi cama, a un lado mío. Yo volví a dormirme y cuando desperté él ya había fallecido”, finaliza la publicación de Macías.