El guitarrista Nino Palacios Ovelar (1 enero, Ciervo Cuá, San Bernardino, 1941), considerado por sus colegas y seguidores, como “una personalidad que abrió camino a los compatriotas en el mercado laboral en Estados Unidos para los artistas paraguayos desde la década de 1960”, se encuentra aquejado de salud en Estados Unidos.
Este domingo 26 de octubre, músicos y amigos difundieron en el portal de Facebook del artista mensajes que lamentaban la pérdida física del autor de Ciervo Cua Poty, lo cual fue desmentido por su hijo Carlos Palacios.
Carlos Palacios, hijo del artista, escribió en su muro del Facebook: “Hola, mundo de FB. Mi papá todavía está aguantando. Está comiendo un poco. Te mantendré informado. ¡Gracias por todas sus oraciones!”.
La rica historia y vida musical del también autor de temas como Alma bohemia y Preludio para un adiós, destaca en la incursión del estilo clásico, mostrando versatilidad.
Tocó la guitarra y cantó desde niño. Recibió su título de contador en 1959, pero dedicó su vida al arte. Formó parte del Trío Los Paraná y en 1967, fue de gira a Estados Unidos.
Dio sus primeros pasos en el arte a los seis años, cuando su tío Juan Antonio Pocholo Ovelar, militar e integrante del grupo musical Sentadito, fue su primera gran influencia, presenciando con atención sus ensayos.
A los ocho años recibió de regalo su primera guitarra. Porfirio Báez (Sirena del Paraná) le invitó a integrar su grupo, cuando solo tenía 14 años, para pasar a realizar presentaciones ya en el plano profesional.
De las actuaciones en parrilladas asuncenas, Palacios viajó a los Estados Unidos (Dallas, Texas, 1967) para llevar la música paraguaya, a través de la gestión de Mauricio Paiz, un sargento americano, que se entusiasmó con el trío Los Paraná, y los proyectó al público de su patria.
Los Paraná, integrado por Reinaldo Gómez (primera voz), Nino Palacios (segunda voz y requinto), Julián Núñez (tercera voz y guitarra) y Luis Bordón (arpa), fue entonces manejado por la compañía Jackson Artist Corporation.
Tenían un contrato inicial por cinco años para recorrer el gran país del norte. Actuaron en Las Vegas, siendo los primeros músicos de Sudamérica que actuaron en los afamados casinos. La aventura continuó hasta 1999, cuando por cuestiones familiares sus integrantes decidieron terminar la agrupación.
Desde 2006, Palacios fue solista y luego integró el grupo Los Reyes.
Compuso varios temas, enseñó guitarra en el conservatorio Vidal M. Treviño, de Laredo, Texas, y experimentó viajes por el mundo.