Si bien ya vive en territorio argentino hace varios años, tras la muerte de su hija y su sobrina en un campamento del autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) Myrian Villalba pidió refugio político a la Cancillería argentina.
El pedido de resguardo también fue solicitado para su hermana y madre por supuestamente temer del gobierno de Mario Abdo Benítez. “Pedí refugio político para mi madre, para mi hermana y para mí porque temo por nuestras vidas y la de los chicos que estamos criando en nuestra chacra”, señaló.
Villalba reside en la colonia San Alberto del municipio de Puerto Rico, en Misiones, Argentina, en un predio de unas siete hectáreas, ubicado a no más de 400 metros del río Paraná.
Según comentó al medio local Misiones Plural, desde la muerte de las niñas la mujer teme por el futuro de ella y de sus familiares. “Deseamos el refugio político porque estoy convencida que el Gobierno paraguayo va a venir por nosotros a Puerto Rico. Van a buscar la forma de involucrarnos en cosas ilícitas”, aseguró.
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Agregó que, incluso, “el Gobierno de Mario Abdo es capaz de cualquier cosa, inclusive de buscar gente de este lado para que, por ejemplo, nos plante drogas en nuestra chacra y nos puedan culpar de un delito y lograr que volvamos a Paraguay”.
En ese sentido, contó que días pasados supuestos periodistas misioneros visitaron su casa cuando ella se encontraba dando una entrevista en Posadas. “Vinieron hasta mi casa para hacerme una nota, cuando todos sabían que yo estaba en Posadas. Eso es muy raro”, mencionó.
La mujer, de profesión abogada y agricultora, indicó al medio argentino que desde Puerto Rico lleva adelante la defensa de su hermana Carmen Villalba, una de la líderes del grupo criminal, recluida en la cárcel del Buen Pastor.
“Desde aquí llevo adelante la causa de mi hermana detenida, integrante del EPP, aunque la firma de los escritos lo hace una colega en Asunción”, señaló.
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En el reportaje, Villalba afirmó que viven del autoconsumo tanto los adultos así como al menos 10 menores de edad: “hijos míos –no dijo cuántos- y sobrinos cuyos padres residen en Paraguay”, precisó.
Detalló que los menores son argentinos y van a la escuela, a unos 1.000 metros de la casa, donde también asistían su hija y sobrina. “Ellas cursaban el sexto grado y cuando viajaron –a Paraguay, a través de Encarnación-, como no tenían que promocionar materias, terminaron una semana antes las clases”, recordó.
La versión de lo que sucedió con su hija
Myrian Villalba aseguró a Misiones Plural que acompañó a su hija hasta Encarnación, el 20 de noviembre, donde cruzaron de manera legal y la entregó a “gente de mucha confianza de la familia” para que la lleve a encontrarse con su padre, a quien no conocía, y deseaba conocerlo.
“Mi hija entró legalmente a Paraguay, por Encarnación –no explica el ingreso de su sobrina a Paraguay- y estoy convencida que ni bien entró al país, desde Migraciones paraguayas avisaron al Gobierno y desde ese momento comenzaron a preparar el asesinato de mi hija y mi sobrina. Tuvieron ocho meses para buscar a las niñas y cuando las hallaron, prepararon el supuesto enfrentamiento, porque no fue un enfrentamiento con el EPP. Fue un asesinato”, aseguró.
De acuerdo con la versión de la mujer, a las niñas “las torturaron y las mataron porque estaban convencidos que ni bien me enteraba del asesinato de mi hija, iba a cruzar a Paraguay a buscar el cuerpo y ahí me iban a detener, al igual que a mi hermana. También esperaban que los padres de ambas salgan de la clandestinidad y, de esta forma, detenerlos”, narró.
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Villalba alegó que “el grupo de élite del propio presidente Abdo Benítez” mató a las niñas, al tiempo de decir que Abdo es “un títere del ex presidente Horacio Cartes y del presidente norteamericano Donald Trump”.
Siguiendo con la secuencia de los hechos, la madre de una de las víctimas contó que el 5 de diciembre fue el último día que tuvo contacto con su hija. “Yo la dejé en manos de una persona de confianza de mis hermanos en Encarnación, el 20 de noviembre; mantenía contacto con ella, pero los primeros días de diciembre ese contacto se perdió. Yo me enteré por una persona que el Ejército de élite estaba buscando a mi hija y a mi sobrina. En estos ocho meses no mantuve contacto con ellas, ni con su padre”, agregó.
La hermana de Carmen Villalba señaló que su hija y su sobrina debieron regresar antes del inicio de clases, que ese era el trato con el padre. “En todo momento, como madre, pensé en viajar a buscar a mi hija, pero el miedo a las fuerzas de élite y después el Covid-19 hizo que me quedara en Puerto Rico”, explicó.
“En ningún momento estuvo previsto que se quede con el padre en la clandestinidad. Mi hija ingresó legalmente e iba a salir por Encarnación de la misma forma, por eso es ridículo que se diga en Paraguay que la entregué para que la reclutasen en el EPP”, añadió.
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Para Villalba, las muertes de su hija y su sobrina representan “un trofeo de guerra para el títere del presidente Abdo Benítez y así lo mostraron en el país y el mundo”. Mencionó al medio local que las niñas son unas “mártires”.
Dijo que tuvo intención de pedir la extradición del cuerpo de su hija, “pero luego decidí que lo mejor era que descanse en paz en Paraguay” y solicitó a Cancillería argentina que envíe peritos forenses para que se exhumen los cuerpos y se haga una nueva autopsia.
Manifestó no saber nada de los recientes secuestros
El medio local señala que Myrian Villalba trató de hablar lo menos posible del Ejército del Pueblo Paraguayo, sin embargo, sostiene que la misma se adhiere a la causa y que se abstuvo de comentar cómo se inició el EPP, su financiación, y si fueron las FARC colombianas u otros grupos revolucionarios latinos –y de Centroamérica- los que les dieron apoyo en los primeros años.
Tampoco habló de los secuestros ni de los atentados que se le atribuyen al EPP y no confirmó si el secuestro del ex vicepresidente Óscar Denis y su secretario Adelio Mendoza lo llevó adelante el EPP. “No sé nada de lo que sucede allá”, afirmó.
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Sin embargo, sí manifestó su enojo con el senador del Frente Guasu y ex presidente Fernando Lugo, a quien calificó como un traidor, por lo que no le sorprendió el apoyo al Gobierno de parte del Frente Guasu, que emitió un comunicado después del asesinato de las niñas demostrando un respaldo al actual Gobierno.
“Lugo nos acompañó en la lucha en favor de los campesinos desde que era obispo, cuando conformamos la Organización Lucha por la Tierra, pero en 2010 se dio vuelta al promulgar la Ley 4024 Antiterrorista; a partir de ese momento cada uno eligió un distinto camino”, dijo.
Villalba aseguró que Paraguay no tiene salida y que “con estos tipos de gobiernos la lucha continuará. Se debe liberar al pueblo de los terratenientes paraguayos, de los terratenientes brasileños e inclusive de los terratenientes menonitas”, sostuvo.