18 sept. 2024

Nacido para enseñar: Formó a generaciones de profesionales

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Sergio Martiniuk Barán

Nacido en Urú Sapucái, Encarnación, hace 83 años, el doctor Sergio Martiniuk Barán es un símbolo de sacrificio y dedicación con un legado en varias generaciones de profesionales –abogados y pedagogos– en Itapúa.
Hijo de inmigrantes ucranianos, estudió la primaria y la secundaria en su ciudad natal. Fue el mejor egresado de su promoción como bachiller comercial. El joven Martiniuk quería seguir estudiando, pero en la capital de Itapúa no existía entonces una universidad, por lo que viajó a la Argentina con el objetivo de trabajar y estudiar.

Estando en Buenos Aires se le hizo difícil hacer en simultáneo ambas tareas, por lo que optó por trabajar en una tienda del barrio Once, hasta que un día recibió una carta de su hermana que le avisaba que se abría una sucursal de la Universidad Católica en Encarnación.

Rápidamente regresó y egresó en 1968 como licenciado en Pedagogía y Filosofía, siendo parte de una de las primeras promociones. Fue su primer gran logro universitario. Pero un año antes, había llegado a las Colonias Unidas, donde enseñó materias en el emblemático colegio San Blas de Obligado por 14 años consecutivos, alternando con más estudios y otras enseñanzas ya a nivel universitario.

En 1971, estando ya casado, comenzó sus estudios en la Facultad de Ciencias Jurídicas, creada ese año por la Universidad Católica de Encarnación, donde recibió el título de abogado en 1976, como mejor egresado.

Catalina Mayeregger, su ex alumna en el colegio San Blas, lo recuerda como un maestro muy exigente y disciplinado. “Dejó como legado en sus alumnos la disciplina y la calidad pedagógica de transmitir sus conocimientos. Muchos de sus ex alumnos también elegimos la docencia”, relató la docente ahora ya jubilada.

Andrés Morel, concejal encarnaceno y conocido por rescatar biografías de personalidades itapuenses, destaca que el Dr. Martiniuk dejó un enorme legado en todas las instancias en las que le tocó actuar, sobre todo los enormes conocimientos y la facilidad que tenía de transmitirlos a los demás. En décadas de enseñanza, formó a cientos de profesionales en el ámbito del derecho, así como de otras carreras.

Sergio se casó con Antolina Haurón en 1969, de cuya unión nacieron tres hijos: Tatiana Isabel, fallecida; Sergio Omar y Katia Lucía. Reside en Hohenau, desde el año 1972. Ejerció la docencia en el colegio San Blas de Obligado desde el año 1967 hasta 1981, teniendo a su cargo materias como Historia Paraguaya, Historia Americana, Historia Universal, Geografía del Paraguay, Geografía de América, Educación Cívica y Moral, Lógica, Cosmografía y Economía política. Enseñó igualmente en el Liceo Nacional Raúl Peña de Hohenau desde 1978 hasta 1985.

Su extensa formación y preparación académica estuvieron al servicio de estudiantes durante décadas, ya que desde 1981 y durante más de 40 años ejerció cátedras en la Universidad Católica de Encarnación hasta donde viajaba cada día desde Hohenau, teniendo a su cargo numerosas materias en la Facultad de Ciencias Jurídicas.

También fue docente en la Universidad Nacional de Itapúa durante 21 años como profesor titular de Educación Cívica, Historia de las Ideas Políticas y Ciencia Política o Teoría del Estado en la Facultad de Humanidades, Ciencias Sociales y Cultura Guaraní.

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Legado. Lo recuerdan como un gran y estricto pedagogo.

GENTILEZA

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