“Los primeros minutos estaba un poco nerviosa”, cuenta Nancy en conversación con ÚH. “Pero rápidamente me tocó una situación y con esa que tuve que juzgar me fue bien. Estuve tranquila hasta el final”.
Consciente de que no estaba en el gramado del Parque del Guairá solo por ella, reflexiona: “La responsabilidad que tenía era muy grande, la de abrir justamente las puertas a las demás mujeres. Todas llevamos un proceso largo para llegar hasta acá. Fueron años de estudio. También hubo frustraciones, lesiones, momentos de nos pasar el test físico en lo técnico y en lo físico. Estar al nivel de los hombres llevó su tiempo, su proceso. Ahora hacemos el mismo test. Para dirigir en primera división todos tenemos que estar al mismo nivel”, informa.
Egresada de la promoción 2005 del Círculo Paraguayo de Árbitros de Fútbol (CPAF), Nancy tuvo que abandonar en un par de periodos la actividad, pues se convirtió en madre. Entre las cuatro mujeres del plantel de árbitros que fueron incorporadas hace dos años, es la única con hijos: Giovana (10) y Paula (4). “Ahora me dedico a ser madre a tiempo completo”, ríe ella, orgullosa de lo que ha logrado hasta ahora. “Soy mamá y también maestra por el protocolo (de aislamiento). Todo el tiempo estoy con ellas. Mi hija mayor me ayuda bastante con las prácticas, además. Cuando me toca entrenar en casa, ella trabaja conmigo”. cuenta.
El apoyo de sus colegas el viernes, tanto en cancha como en la sala del VAR, fue esencial para matar la ansiedad. “En los ensayos estaba impaciente porque llegara el momento, pero ellos me dieron tranquilidad. La confianza que depositaron en mi para que hagamos un buen trabajo fue fundamental”, dice.
Y se guarda para el final la frase que resume su gran e inolvidable jornada: “Fue un día muy lindo, se sintió maravilloso”.
Respeto y felicitaciones a su labor
Por supuesto, no fue la primera vez que Nancy Fernández juzgó un partido de fútbol disputado por hombres. Pero nunca antes lo había hecho ante futbolistas de la máxima categoría local. Las diferencias podrían haber sido palpables, pero ella se encontró cómoda y sin sobresaltos en su relación con los jugadores de Guaireña y 12 de Octubre, en el empate 3 a 3 en el comienzo de la fecha 21 del Apertura. “Por ser la primera vez, quizá, me llevé una grata sorpresa. Se portaron de maravillas. Se dedicaron a jugar. Después los capitanes y algunos otros jugadores me felicitaron. El técnico de 12 Octubre (Mario Jara) se acercó a felicitarme, a todo el equipo arbitral en realidad”.
Hizo historia: Es la primera mujer en arbitrar como línea en Primera División.