Agentes de la Secretaría Nacional Antidrogas y los fiscales Manuel Doldán, Manuel Rojas Rodríguez y Elvio Aguilera allanaron una residencia en el Paraná Country Club de Hernandarias y una fábrica de blindados para vehículos Black Eeagle, en el bloque B del Parque Industrial San Juan, de Ciudad del Este.
La comitiva buscaba a Marcos Espindola y Lindomar Reges Furtado, por la remisión de 12 cargamentos de cocaína desde el Paraguay al Brasil, para ser enviados al viejo mundo. Reges Furtado posee 67 procesos en el Brasil, en diferentes estados, conforme al portal Jusbrasil. Sin embargo, se conoció que el sospechoso fue beneficiado con un habeas corpus para circular sin ser molestado.
El documento firmado por un juez penal de Garantías prohibió a los miembros de la fuerza pública ejercer la aprehensión del mismo a menos que sea en flagrancia de un crimen o delito.
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El juez firmante, Carlos Vera Ruíz, argumentó que otorgó el hábeas corpus al brasileño debido a que supuestamente era extorsionado por policías y que su determinación se basó en un informe de Interpol donde no existe orden de captura contra el mismo.
El brasileño logró escaparse en un vehículo de la marca Toyota, modelo Hilux, de color azul, conducido por su pareja Gladys Duarte, mientras que la comitiva fiscal y de la Senad era retenida en la portería del PCC. En consecuencia, 20 guardias de seguridad que estaban de turno fueron aprehendidos. Espíndola fue capturado en el Brasil, según confirmaron los agentes fiscales.
Gladys Duarte fue pareja del narcotraficante Marcio Luís Dávalos Segovia, según el fiscal Rojas Rodríguez. Dávalos Segovia es cuñado de Tomás Rojas Cañete, alias Toma’i, que lideraba un clan familiar del tráfico de estupefacientes, quien está recluido tras condena por narcotráfico en el Paraguay.