La NASA informó en un comunicado que SpaceX, de Elon Musk, fue la empresa seleccionada para realizar esta compleja tarea, que debe “tener la capacidad de desorbitar la estación espacial y asegurarse de que se eviten riesgos a zonas habitadas”.
Las agencias espaciales de Estados Unidos, la Unión Europea, Japón y Canadá se han comprometido a financiar las operaciones de la EEI hasta 2030, mientras que Rusia ha comprometido su participación hasta 2028.
SpaceX debe desarrollar el vehículo y entregarlo a la NASA, que será responsable de operarlo y de las misiones para destruir la EEI en la reentrada segura en la atmósfera terrestre.
“Esta decisión es también en apoyo a los planes de la NASA para futuros destinos comerciales y permite continuar con el uso del espacio cercano a la Tierra”, indicó Ken Bowersox, administrador adjunto de Operaciones Espaciales y Misiones de la NASA en Washington.
“El laboratorio orbital será recordado como un ejemplo de asociación espacial para la ciencia y la exploración en beneficio de todos”, indicó el funcionario.
El contrato es un nuevo espaldarazo para SpaceX, que se ha convertido en tiempo récord en un proveedor esencial para enviar personal y material a la EEI con su cápsula Dragon y en el más eficiente operador de misiones en la atmósfera cercana a la Tierra del mundo.
Con su puesta en funcionamiento en 1998, la EEI ha servido para un gran número de experimentos científicos y misiones internacionales en la que han participado astronautas y cosmonautas de todo el mundo.
Con su destrucción, la estación espacial china Tiangong será la única instalación de ese tipo en la órbita terrestre con tripulación permanente.
Fuente: EFE