Comentó que la bajante es tan grande que se vieron obligados a venir con carga de contenedores al cuarenta por ciento. “Hemos roto ya tres palas y doblamos dos hélices de uno de nuestros barcos que estuvo en reparación durante 24 horas”, lamentó.
Dijo que ya no se puede arriesgar la navegación en ciertas zonas donde hay piedra y el cuidado debe ser extremo. Subrayó que ya informaron a sus clientes de la situación y que gran parte de las cargas tendrán que bajar también en Pilar y desde ahí hacer el trayecto por tierra en camiones.
Bosch dijo que ayer el calado del río Paraguay para la navegación estuvo en nueve pies y medio, con casi nulas perspectivas de algún repunte. “Sigue bajando el río Paraguay y el río Paraná también tiene del lado argentino dos a tres pasos que solo se pueden superar por canales secundarios, previo pedido de permiso”, enfatizó.
Precisó que el barco que transporta combustible redujo su volumen de 3.000 metros cúbicos a 2.500 metros cúbicos, aspecto que genera sobrecostos.
En cuanto a transporte de contenedores, mencionó que están viniendo con el cincuenta por ciento de capacidad y verán cómo hacer con las partidas que esperan en los puertos de Montevideo y Buenos Aires para fin de año.