Pese al volumen de documentos sobre masivos extractos bancarios y cobros por cheques, no se adjuntaron comprobantes para demostrar que las transferencias fueron para pago por obras o para gastos corrientes en los que alegan utilizar los fondos que eran para inversiones. Este es uno de los aspectos que hasta ahora no difunde la Comuna, a cargo de Óscar Nenecho Rodríguez para demostrar que no existen irregularidades, como argumentan.
Bicileteo. Además de las transferencias sin dar a conocer el destino final, también se observan bicileteos con los fondos de bonos. Por ejemplo, en el caso de bonos G5, en octubre del 2020 el crédito disponible en la cuenta N° 03785185 del banco Sudameris era G. 1.911.162.207; tras una serie de cheques emitidos, el saldo en dicho mes fue de G. 341.136.794. Para diciembre se volvió a reponer G. 1.000 millones en la misma cuenta, cerrando el 2020 con G. 1.341.136.794. Finalmente, hasta abril del 2024 en dicha cuenta figura G. 40.806.794 y como saldo total del G5, depositado también en otros bancos como BASA y GNB, aparece G.521.818.527.
La emisión total del G5 fue de G. 75.000 millones en el 2019. Pero en el reporte de ejecución de obras por dicho monto registra que se utilizaron además fondos de otras emisiones para completar el financiamiento.
Otros extractos, en tanto, ni siquiera especifican a qué bonos pertenecía.
El argumento de Nenecho y sus directores es que los fondos de bonos destinaron a una cuenta única desde donde “prestaron” para gastos corrientes y que el dinero estaría disponible nuevamente cuando se precise para las obras. Sin embargo, genera amplio cuestionamiento por las normativas que prohíben usar los créditos que son para obras en gastos corrientes.
En el caso de bonos G8, al cierre del 2023, en la cuenta del banco BASA, de los G. 360.000 millones quedaba solo G. 48 millones, sin siquiera realizar el pago de anticipos de G. 27.000 millones, para las dos únicas cuencas en ejecución: Mercado de Abasto y barrio San Pablo.
En el balance del primer cuatrimestre del 2024 que enviaron a la Junta Municipal figura que en la cuenta se realizó una reposición, pero solo de G. 807.094.113, monto aún inferior incluso para la única adjudicación, por un total de G. 136.171 millones.
La Contraloría General de la República (CGR) también concluyó que es imposible que la reposición del faltante se realice en el corto plazo. Considera que se viola el espíritu de la normativa que regula la modalidad de Cuenta Única.
“Y le digo al grupo técnico de la Intendencia: La fórmula que proponen, creo que ya se están sobrepasando en la terquedad, si el órgano contralor ya te informa que no es la manera de usar, se tiene que buscar otra manera, y yo no estoy en las filas para aprobar un nuevo préstamo, y tener la duda, la poca claridad, o la confirmación, por medio de un informe de Contraloría, que van a usar de una manera incorrecta, y ahí si podemos estar frente a una grave situación financiera”, había declarado el presidente de la Junta, César Escobar quien es del mismo movimiento político que Nenecho.