EFE
Neto, que llegó a Brasil el pasado jueves y fue hospitalizado directamente en un hospital de Chapecó, ciudad sede del equipo, abandonó las instancias médicas después de recuperarse correctamente de una infección pulmonar.
El zaguero comentó en rueda de prensa que “no se acuerda de nada” del momento en el que el avión de la aerolínea boliviana Lamia se estrelló contra un cerro la noche del 28 de noviembre a pocos kilómetros del aeropuerto José María Córdova, ubicado cerca de Medellín.
De las 77 personas que viajaban a bordo de la aeronave, solo sobrevivieron seis: tres jugadores del Chapecoense, entre ellos Neto, dos miembros de la tripulación y un periodista local que acompañaba al equipo para narrar el partido de ida de la final de la Copa Sudamericana ante el Atlético Nacional.
“Es una situación difícil. Estoy feliz por estar vivo, pero perdí a muchos amigos”, afirmó emocionado el defensa, quien aprovechó para “agradecer todo el apoyo recibido y mandar un beso de corazón” a todos los familiares de las víctimas, 19 de las cuales eran jugadores de la primera plantilla del Chapecoense.
La médica Carolina Ponzi, que le acompañó en la rueda de prensa, dijo del defensa que “tuvo una recuperación fantástica desde el punto de vista clínico”.
Por otro lado, el portero Jackson Follmann, otro de los supervivientes del suceso, prolongará su internamiento en el hospital para adaptarle una prótesis en la pierna derecha, de la que le fue amputada una parte por las heridas producidas en el impacto.
El arquero fue sometido el martes a una intervención quirúrgica en el pie izquierdo, del cual perdió una parte del hueso del tobillo tras el accidente.
Los otros dos supervivientes brasileños, el lateral Alan Ruschel y el periodista Rafael Henzel, recibieron el alta días atrás.