Ante el pedido de revisión de medidas cautelares de Diego Fernando Parra Arboleda, el juez Humberto Otazú mantuvo el arresto domiciliario para el tarotista, procesado por estafa mediante sistemas informáticos y lavado de activos, mediante transacciones utilizando tarjetas créditos fraudulentas. Con ello habría causado un daño patrimonial al ente financiero emisor de la tarjeta de crédito.
La defensa solicitó la libertad ambulatoria del procesado, a fin de que pueda realizar las actividades laborales propias de su negocio. Sin embargo, luego de analizar el pedido promovido por el abogado defensor de Parra, el juez Otazú resolvió rechazar la solicitud y mantuvo el arresto domiciliario para el procesado.