EFE
Ismajovich, quien fue invitado a participar en el acto promovido por las Naciones Unidas (ONU) y la Embajada de Israel en Paraguay, tomó la palabra frente a representantes diplomáticos de diferentes países, congresistas, y miembros de la comunidad judía en Paraguay.
Explicó que su abuelo fue uno de los 14 sobrevivientes que emigraron a Paraguay de todos los que fueron liberados el 27 de enero 1945 por el Ejército soviético del campo de exterminio nazi más conocido del mundo, Auschwitz-Birkenau, el cual calificó como “el infierno en la tierra”.
“Entre los sobrevivientes estaba un protagonista de este relato, mi abuelo, que después de haber pasado este calvario llega al Paraguay”, señaló Ismajovich en la Sala Bicameral del Parlamento, en el centro de Asunción.
“En mayúsculas las letras del país, que lo recibió con los brazos abiertos, le dio la posibilidad de poder vivir en paz, formar una familia, trabajar y poder profesar su religión judía con toda libertad”, continuó.
Ismajovich fue uno de los cuatro ponentes que participaron de este acto de memoria por las víctimas del Holocausto, en el que también intervino la encargada de Negocios de la embajada de Israel en Paraguay, Amital Perry.
Perry destacó que para el pueblo judío es “fundamental mantener viva la memoria y el recuerdo” porque el pasado siempre “brinda lecciones importantes para aprender”.
“Aún los eventos más oscuros y más terribles de la historia de la humanidad, como el Holocausto durante la II Guerra Mundial, dejan enseñanzas más allá del dolor”, explicó.
La representante diplomática israelí recordó “el asesinato de seis millones de personas, solamente porque fueron judíos. Seis millones de madres y padres, de hijos e hijas, hermanas y abuelos”.
Perry también invitó a los presentes a visitar la exposición que se encuentra por esta semana en la Biblioteca del Congreso y que versa sobre los diplomáticos y funcionarios que arriesgaron su vida para ayudar a los judíos bajo el régimen nazi a escapar a lugares seguros.
“Fueron personas que arriesgaron sus carreras, a sus familiar y sus vidas para ayudar a salvar judíos durante el Holocausto. En esta exposición se presentan historias como la de Raoul Wallenberg, un funcionario de la embajada de Suecia en Budapest (Hungría), que emitió pasaportes para salvar la vida de miles de judíos”, dijo.