Lily Kryzhanivskyy estaba el sábado de mañana “jugando a las escondidas en el bosque cerca del campamento” con otros dos niños en Washington, Estados Unidos, cuando un puma la atacó repentinamente, dijeron las autoridades en un comunicado.
La niña de 9 años fue “transportada en helicóptero al hospital con numerosas heridas en la parte superior del cuerpo y en la cara”, y se sometió a varias operaciones. El último lunes salió del coma, “muy consciente de lo que le pasó", afirmó su tío Alex Mantsevich.
Tras el hecho, sus familiares pidieron ayuda económica para costear los gastos de salud y publicaron fotografías de la niña en el hospital, con heridas en la cara que parecen rasguños profundos.
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Desde 1924 solamente 20 personas han sido atacadas por pumas en esa región montañosa y dos han muerto, señala la agencia de conservación de la naturaleza del estado de Washington.
Una de sus portavoces declaró a un canal de televisión local que investigan las circunstancias del ataque y que se analizará el cuerpo del animal, muerto por disparos de una persona presente en el lugar, con el objetivo de detectar posibles enfermedades.
Los ataques de estos felinos son extremadamente raros. En el caso de que ocurran, las autoridades recomiendan “mantenerse de pie y contraatacar” y, sobre todo, no intentar huir o hacerse el muerto.