02 may. 2025

Niño de 13 años ya es un emprendedor con las tunas

Creatividad.  Ramiro posa con los productos que elabora con empeño. Sus padres cooperan con los diseños.

Creatividad. Ramiro posa con los productos que elabora con empeño. Sus padres cooperan con los diseños.

Vanessa Rodriguez

SANTA ROSA - MISIONES

Ramiro Santiago Ayala Gómez es un niño de 13 años, vive con sus padres en el barrio Virgen del Pilar de Santa Rosa, Misiones, y desde que tenía 10 años descubrió su pasión por las tunas porque una persona le regaló y despertó su curiosidad sobre la exótica planta.

Desde entonces, por las tardes, se dedica a plantar suculentas y varias variedades de tunas, enriqueció su conocimiento sobre estas plantas a través de internet, pidió ayuda a sus padres para conseguir las especies y empezó a dedicar su tiempo a las mismas primero para la familia. Luego decidió aprender su propio negocio en su casa.

“Tengo varias variedades, empecé cuando tenía 10 años alguien me regaló una tuna eso llamó mi atención y empecé a averiguar en internet sobre las tunas. Me gustó porque sirve para absorber la radiación de las computadoras, limpia el ambiente de la mala onda, es decorativo y es genial para regalar”, comentó.

“Hacemos el trabajo en familia, yo planto por las tardes, mi papá pinta las planteras, mi mama y mi tía me ayudan colocando los moños”, expresó el dinámico emprendedor de Santa Rosa.

Ramiro tiene un aspecto alegre, la sonrisa se le ensancha cuando habla de sus tunas a las que también considera sus amigas, no solo las cuida con el abono y los cuidados pertinentes, también les habla y sueña con convertirse en un gran empresario en el futuro.

LLEGAR A FERIAS. El joven emprendedor roseño utiliza las redes sociales para promocionar sus plantas.

“Yo tengo mi página en Facebook, se llama Las tunas de Ramiro y algo más, allí subo las fotos de mis plantas, brindo informaciones e interactuó con la gente interesada en mi trabajo”, relató.

Ramiro puntualizó que entre sus metas futuras está la de llegar a participar con sus tunas de exposiciones, ferias que se realizan por el país. “Mi sueño es crecer en esto ser un empresario e irme a exhibir mis plantas en diferentes expos del país”, apuntó.

“SON COMO UN AMIGO”. Ramiro explicó que “este trabajo es muy lindo porque aprendes a administrarte, progresar porque tenes tu propio dinero, te desestrezas porque da gusto plantar y cuidar son como un amigo que te escucha le hablas y las plantas crecen y son vistosas”.

El padre del niño, Robert Ayala, explicó que con su esposa Evelin Gómez se sienten muy orgullosos de su hijo porque aparte del emprendimiento no descuida sus estudios en el colegio y les ayuda en las tareas en el hogar con lo cual también genera ahorro para la familia.

“Estamos muy orgullosos de nuestro hijo, es una bendición. Aparte de trabajar con las tunas, es aplicado en sus estudios y nos ayuda en las tareas del hogar, porque su mamá y yo trabajamos y con eso también nos ayuda a ahorrar y podemos invertir en las tunas”, expresó el padre de Ramiro.