En un mensaje en Instagram, Laurent Simons explicó que, tras prometerle que podría obtener su título antes de su décimo cumpleaños -el 26 de diciembre-, la Universidad TU Eindhoven (Holanda) le envió un correo electrónico en el que le indicaba que los profesores tienen que ajustar el horario de aprendizaje para que pueda graduarse a mediados de 2020, nueve meses más de lo prometido.
Como argumento, el centro universitario holandés asegura que el estudiante necesita más tiempo para desarrollar las habilidades que pertenecen a la fase final del estudio, como la “comprensión, la creatividad y el análisis crítico”, y que lo contrario sería “una presión excesiva” sobre este niño, que solo tiene 9 años de edad.
Pero Simons acusa a la universidad de “mentir mucho”, porque todo estaba ya “programado para finalizar en diciembre” de este año y para poder graduarse en Ingeniería.
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Según las palabras de su padre, Alexander Simons, el centro “quiere mantenerlo allí por más tiempo” y su hijo debe pensar ahora “en su carrera”.
El progenitor, que dio varias entrevistas durante los últimos meses poniendo a su hijo en el centro de la atención mediática, asegura que ya están negociando con otras universidades holandesas para que el pequeño pueda matricularse y terminar la carrera de Ingeniería lo antes posible.
“Se nos dijo que con esa atención de los medios ejercíamos demasiada presión sobre nuestro hijo y que, si continuamos así, habría que hacer un examen siquiátrico a Laurent”, asegura Alexander Simons.
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Además, en declaraciones al diario Het Parool, añade que la universidad acusó de “plagio” a su hijo y de que “también habría suspendido un examen oral, que Laurent ni siquiera había hecho”, y eso fue lo que llevó a hablar con el rector antes de retirar a su hijo del programa.
En un comunicado, la universidad solo dice que hubo un desacuerdo con los padres sobre el horario planificado y tiende la mano al menor si “cambia de opinión, porque siempre será bienvenido para terminar su educación”, asegurando que “incluso si obtiene su título universitario a mediados de 2020, eso sería, en todos los aspectos, un tiempo extraordinario”.
“Un cronograma más rápido no es factible y es desfavorable para el desarrollo académico de Laurent. Como universidad, hemos dedicado una gran cantidad de tiempo a personalizar (el programa) para facilitar un camino rápido del estudio. Esto requirió una gran inversión por parte de maestros y empleados, que ya se enfrentan a una gran carga de trabajo”, añade.