La condición de su hijo la obliga a acompañarlo semanalmente hasta el Hospital Regional de Encarnación, motivo por el cual necesita una silla que pueda doblarse a la hora de los viajes.
“Este año él pasó al séptimo grado, porque desde los cuatro años que está en la escuela, y ahora va a estar un poco más de tiempo ahí y entonces necesita de una silla de traslado, que pueda doblarse y llevarse”, dijo Gloria.
Recordó que, junto con su marido, Marino Espínola (53), elaboró una silla rústica, de madera, que además contaba con ruedas. “Nosotros solo contamos con motocicleta, y su papá con ese nomás le traslada. Y si yo tengo que ir al centro de Encarnación, me tengo que ir en un taxi o un vecino que nos lleve”, contó la madre.
Tanto ella como Marino subsisten dedicándose a la artesanía, la costura y al cultivo de maíz y mandioca, entre otros. Gloria dijo que muchas personas ya se solidarizaron con Marino. “Ya juntamos y estamos tratando de alcanzar el monto que falta”, contó.
La silla, en un centro médico de Asunción, alcanza los G. 3 millones, informó la madre del niño. Quienes deseen colaborar con ella, pueden escribir al (0994) 852-565.