Según el relato del padre, el niño estaba acostado en su habitación en la madrugada del sábado en su vivienda ubicada en Curuguaty, Departamento de Canindeyú, cuando repentinamente apareció una serpiente que lo mordió.
Sus padres al darse cuenta de lo sucedido lo trasladan rápidamente hasta el Hospital de Curuguaty a bordo de una motocicleta, sin embargo, su situación iba empeorando, tuvo que ser derivado hasta el Instituto de Medicina Tropical en Asunción.
En el mencionado centro asistencial los médicos le colocaron todos los antídotos necesarios, sin embargo, tuvo muerte cerebral, informó Telefuturo.
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El doctor Oscar Merlo, director del Instituto de Medicina Tropical manifestó que el niño involucionaba sobre todo desde el punto de vista neurológico.
Dijo que el niño llegó al nosocomio luego de 14 a 16 horas de ser atacado por el reptil y que inmediatamente fue llevado en el Área de Urgencias en donde se le volvió a repetir la dosis del antiveneno.
Por último, comentó que el menor continuó con una mala evolución e ingresó en la Unidad de Cuidados Intensivos en donde fue conectado a una asistencia respiratoria mecánica.
¿Qué hacer en caso de mordeduras?
La sugerencia principal de los biólogos es acudir lo antes posible al hospital o centro de salud más cercano, además se recomienda mantener la calma, conservar una distancia prudente del animal y lavar la herida con agua y jabón.
Además, si es posible (especialmente si la persona está acompañada), se debe tratar de sacar una foto al reptil para analizar la forma y el color, a fin de tener una idea de la especie.
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Las mordeduras de serpientes venenosas pueden provocar parálisis severas en el sistema respiratorio, trastornos de sangrado que deriven en hemorragias mortales, insuficiencia renal irreversible, así como la destrucción local de tejidos.
Sin embargo, la mayoría de muertes y consecuencias graves de una mordedura pueden prevenirse con antídotos de alta calidad, que son el único tratamiento eficaz para controlar o revertir la mayoría de sus efectos.