Según el informe anual sobre concentración de estos gases, que la agencia de la ONU publica dos semanas antes de que se inicie la Cumbre del Clima en Bakú, se alcanzaron el pasado año niveles de dióxido de carbono de 420 partes por millón, lo que supone un aumento del 151% respecto a niveles preindustriales (antes de 1750).
Se midieron, además, 1.934 partes por mil millones de metano y 336,9 partes por mil millones de óxido nitroso, los otros dos gases causantes del calentamiento global, con niveles que suponen aumentos con respecto a la era preindustrial del 265% y del 125%, respectivamente.
“Otro año, otro récord. Esto debería hacer saltar todas las alarmas ante las instancias decisorias, no cabe duda de que estamos muy lejos de cumplir el objetivo del Acuerdo de París de mantener el calentamiento global muy por debajo de 2 grados con respecto a los niveles preindustriales”, subrayó al presentarse los datos la secretaria general de la OMM, la argentina Celeste Saulo.
El dióxido de carbono, que se calcula que contribuye en un 64% al calentamiento global y procede principalmente de la quema de combustibles fósiles y la producción de cemento, aumentó en 2023 hasta 2,3 partes por millón con respecto a 2022, una cifra superior al año anterior, aunque inferior a los tres ejercicios anteriores.
Séptimo año con más emisiones por incendios desde 2003
Influyó en ese aumento la transición del fenómeno de La Niña al de El Niño (ligado este último a un aumento de las temperaturas en el océano Pacífico) y la funesta temporada de incendios, cuyas emisiones de CO2 fueron un 16% superiores a la media de años anteriores, con grandes fuegos forestales en países como Canadá o Australia.
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El metano y el óxido nitroso, generados por causas naturales, pero también antropógenas como la agricultura, la ganadería o la quema de biomasa, experimentaron aumentos de concentración menores a los de 2022, según el informe de la OMM.
Este reiteró que la última vez que se registró en la Tierra una concentración de dióxido de carbono comparable a la actual fue hace entre tres y cinco millones de años, cuando la temperatura era entre 2 y 3 grados más cálida y el nivel del mar entre 10 y 20 centímetros superior al actual.
La agencia meteorológica de Naciones Unidas advierte que aunque las emisiones se redujeran rápidamente hasta alcanzar un nivel cero neto (es decir, que fueran paliadas por fenómenos de absorción como los que ejercen los bosques) se tardaría décadas en reducir los actuales niveles de temperatura, por la larga permanencia del CO2 en la atmósfera.
Un fenómeno que puede acelerarse
La OMM advierte además del riesgo de que el aumento de las concentraciones de los gases causantes del calentamiento global sea cada vez más intenso.
“Los incendios forestales podrían liberar más emisiones de carbono a la atmósfera, mientras que el aumento de la temperatura de los océanos podría reducir su capacidad de absorción de CO2, por lo que se podría acumular más este gas en la atmósfera y acelerar el calentamiento global”, señaló en este sentido la secretaria general adjunta de la OMM, Ko Barrett.
Algo menos de la mitad de las emisiones de dióxido de carbono permanecen en la atmósfera, el océano absorbe aproximadamente la cuarta parte, y los ecosistemas terrestres en torno al 30%, aunque estos porcentajes varían debido a fenómenos como La Niña o El Niño.
Fuente: EFE