26 nov. 2024

No dejen solo al usurero

Nadie ha podido definir los límites de la inmensa estructura político-financiera que lograron montar los González Daher ni los montos exactos de su fortuna.

Los hermanos Óscar –presidente de seccional, parlamentario– y Ramón –usurero, dirigente deportivo– eran los troncos de un frondoso árbol familiar que dominaba la ciudad de Luque y copaba cargos en múltiples instituciones.

Entre el clientelismo y el apriete prestamista acumularon durante décadas un patrimonio descomunal. Los liquidó su insaciabilidad.

Embed

En 2010 periodistas de Última Hora evidenciaron que Óscar tenía en Luque 65 casas, edificios y quintas, pero que no pagaba un centavo por impuesto inmobiliario. Se hablaba de muchos otros predios que figuraban con prestanombres. En realidad, el que tenía más casas era su hermano Ramón.

Ya entonces los hermanos eran intocables.

Cuando Óscar llegó al Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM) la ecuación se volvió perfecta. Desde allí, durante años, tendría arrodillados a jueces y fiscales, los extorsionaría, los usaría como cobradores de las estafas usurarias de su hermano, ambos tendrían impunidad y la venderían a buen precio a quien la requiriese.

Sea por miedo, sea por lucro colateral con sus actividades delictivas hubo muchos que miraban para otro lado. En casi todo Luque, en la sociedad paraguaya, en el ámbito político, en la magistratura, pese a las denuncias de la prensa, pese a los escraches de unos pocos, siempre hubo reverencias hipócritas y cobardes a los González Daher. Con el aura del poder y el dinero, Ramón fue vicepresidente de la APF y Óscar, senador, protegido por Horacio Cartes y “el árbol que da frutos” de Santiago Peña.

Pero un día aparecieron los audios más fatídicos de la historia paraguaya. Los que salieron del celular de Fernández Lippmann, el secretario de Óscar, desnudando el tráfico de influencias que ejercía desde el JEM. Era diciembre de 2017 y, desde entonces, todo se fue al diablo.

No tardó mucho para que Óscar fuera destituido del Congreso, imputado y terminara en prisión domiciliaria.

La FIFA, por su parte expulsó a Ramón –a quien en Paraguay nadie osaba molestar– de la dirigencia del fútbol. En 2019 Óscar fue señalado como “significativamente corrupto” por los Estados Unidos. En agosto de 2021 fue condenado por corrupción, pena que no llegaría a cumplir por morirse súbitamente dos meses después.

Ahora Ramón fue condenado a 15 años y se trata, sin duda, de un hito de la justicia paraguaya. Hubo jueces que se animaron a dictar sentencia. Hubo un trabajo periodístico enorme. Hubo valentía de un puñado de ciudadanos. Hubo una oportuna presión norteamericana. Pero también hubo demasiados cómplices de los González Daher como para pensar que con la entrada de Ramón a Tacumbú se termine todo.

Ya el Tribunal de Sentencia que condenó al prestamista había solicitado que se investigue a su esposa, Delcia Karjallo, a la abogada Emma González Ramos y a Roberto Garcete, ya que serían piezas claves en las más de 500 denuncias falsas contra personas que habían prestado dinero y terminaron estafadas. El Tribunal también sugirió que se investigue a una treintena de jueces y fiscales que se habrían prestado al esquema. Por de pronto, solo el JEM ha iniciado tímidamente el enjuiciamiento a cuatro fiscales de Luque: Silvio Alegre, Rodolfo Centurión, Fátima Villasboa y Mirtha Ortiz.

Es un gran paso contra la impunidad enviar a la cárcel a este usurero. Eso debe celebrarse. El rastro de dolor que dejan las andanzas de Ramón serán relatadas, quizás, algún día, por algún escritor luqueño. Pero no hay que olvidar que no actuó solo. Por eso, no es justo que este solo en su celda.

Más contenido de esta sección
Las ventas al público en los comercios pyme de Argentina cayeron un 25,5% interanual en febrero pasado, golpeadas por la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores a causa de la elevadísima inflación, y acumulan un declive del 27% en el primer bimestre del año, según un informe sectorial difundido este domingo.
El mandatario decidió crear el fondo nacional de alimentación escolar esperando un apoyo total, pues quién se animaría a rechazar un plato de comida para el 100% de los niños escolarizados en el país durante todo el año.
Un gran alivio produjo en los usuarios la noticia de la rescisión del contrato con la empresa Parxin y que inmediatamente se iniciaría el proceso de término de la concesión del estacionamiento tarifado en la ciudad de Asunción. La suspensión no debe ser un elemento de distracción, que nos lleve a olvidar la vergonzosa improvisación con la que se administra la capital; así como tampoco el hecho de que la administración municipal carece de un plan para resolver el tránsito y para dar alternativas de movilidad para la ciudadanía.
Sin educación no habrá un Paraguay con desarrollo, bienestar e igualdad. Por esto, cuando se reclama y exige transparencia absoluta en la gestión de los recursos para la educación, como es el caso de los fondos que provienen de la compensación por la cesión de energía de Itaipú, se trata de una legítima preocupación. Después de más de una década los resultados de la administración del Fonacide son negativos, así como también resalta en esta línea la falta de confianza de la ciudadanía respecto a la gestión de los millonarios recursos.
En el Paraguay, pareciera que los tribunales de sentencia tienen prohibido absolver a los acusados, por lo menos en algunos casos mediáticos. Y, si acaso algunos jueces tienen la osadía de hacerlo, la misma Corte Suprema los manda al frezzer, sacándolos de los juicios más sonados.
Con la impunidad de siempre, de toda la vida, el senador colorado en situación de retiro, Kalé Galaverna dijo el otro día: “Si los políticos no conseguimos cargos para familiares o amigos, somos considerados inútiles. En mi vida política, he conseguido unos cinco mil a seis mil cargos en el Estado...”. El político había justificado así la cuestión del nepotismo, el tema del momento.