El doctor en Criminología Juan Martens hizo un análisis de lo ocurrido en la víspera en la ciudad de Pedro Juan Caballero, de Amambay, donde el periodista Humberto Coronel fue asesinado.
El experto manifestó que el hecho forma parte de una gobernanza criminal que se impuso en la zona para ir controlando cada vez más dicho territorio.
“En el caso de Pedro Juan Caballero la presencia del Estado ya no crea problemas porque hay mucha connivencia con el Estado”, afirmó sobre el crimen organizado a Monumental 1080 AM este miércoles.
Consultado sobre si el país seguirá presenciando más muertes de estas características, no descartó la posibilidad.
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“Para mí, lastimosamente, sí. Porque en la experiencia latinoamericana hay países donde periodistas mueren cada tanto, cuando el control ya no está hegemonizado por el Estado y está compartido con estos grupos (criminales)”, apuntó.
El criminólogo sostuvo que “son muertes que terminan impunes” porque “no tienen un alto precio. Por tanto es probable que sigan ocurriendo mientras haya personas que se animen a seguir denunciando”, agregó al respecto.
Para el analista, la presencia del Estado “ya no asusta” al crimen organizado en Amambay. “Si no recuperamos la soberanía, esto va a seguir ampliándose a otros espacios territoriales”, planteó.
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El 10 de junio pasado, el periodista fallecido y su colega Gustavo Manuel Báez Sánchez, de 28 años, habían denunciado ante la Comisaría 7ª de Pedro Juan Caballero el hallazgo de una nota con una amenaza para ambos.
El martes, cuando se disponía a abordar su vehículo frente a la radio Amambay fue ultimado por un sicario que estaba a bordo de una motocicleta.
El asesinato a tiros del comunicador se dio a pocos metros de dos agentes de la Policía, quienes estaban a cargo de custodiar la radioemisora en donde él trabajaba. Aunque la Policía Nacional niega que los uniformados hayan estado destinados a resguardar la radio, sino que estaban en su zona de recorrido.
Poco después del asesinato del periodista Humberto Coronel, la radio Amambay 570 AM, propiedad de la familia Acevedo y donde trabajaba el comunicador, recibió mensajes de amenazas a través del sistema de mensajería de sus redes sociales.