El llamativo escape se produjo en la madrugada de ayer, cuando Roque y sus compañeros de celda, Diego Duarte, Jesús Arnaldo Irala y Joel Mancuello, cortaron los barrotes de la puerta del calabozo donde estaban y lograron salir del lugar, sin ser escuchados y menos interceptados por los policías que prestan servicio en el lugar.
Los tres ganaron la calle, primero, subiendo al techo del pabellón de su celda, luego saltando el muro perimetral hacia el patio del local del Banco Nacional de Fomento.
El comisario Ignacio Muñoz, actual jefe del centro policial, indicó que se reforzaron las dotaciones el fin de semana, pero que los fugados planearon bien la situación para que nadie se les cruce por el camino.
SOSPECHA. Por su parte, el fiscal Julio Ortiz, que fue a inspeccionar el lugar, puso la lupa hacia los que trabajan en el lugar y dijo que serán investigados a fondo. “Todos los policías están bajo sospecha, y bajo investigación”, expresó el agente del Ministerio Público en comunicación con Radio Monumental.
Ortiz recalcó que aún no cuenta con el dato certero de los uniformados que habrían facilitado la fuga, pero indicó que son treinta los efectivos que serían sospechosos.
CÁMARAS. Una de las trabas con las que se encuentran los investigadores es la falta de cámaras de circuito cerrado, tanto en el interior como en el exterior de la sede policial.
Según revelaron fuentes del procedimiento, en el lugar estaban instaladas algunas cámaras, pero fueron retiradas por un jefe policial que estaba a cargo de la dependencia y que las habría comprado de su bolsillo.
Una vez que dejó de cumplir funciones allí, se llevó las cámaras, precisaron.
Los uniformados se exponen a ser procesados por el delito de fuga de internos, según explicó el fiscal del caso.
Roque González y los otros tres fueron detenidos el pasado 8 de febrero, por los agentes de Investigación de Delitos del área Central.
El hombre era buscado por dos asaltos ocurridos en Caacupé e Itá. En el primer lugar, una familia denunció que fue despojada de G. 10 millones; mientras que en la ciudad de Itá, una mujer denunció que le robaron G. 150 millones cuando salía de un banco.