El papa Francisco a propósito de la lectura de hoy que nos pueda ser de utilidad para el momento que vivimos dijo: “Es la seducción. El diablo casi habla como si fuera un maestro espiritual. Y cuando es rechazado, entonces crece: Crece y se vuelve más fuerte. Jesús lo dice, cuando el demonio es rechazado, gira y busca algunos compañeros y con esta banda, vuelve. Crece involucrando a otros.
Ha sucedido con Jesús, el demonio involucra a sus enemigos. Y lo que parecía un hilo de agua, un pequeño hilo de agua, tranquilo, se convierte en marea. Cuando Jesús predica en la Sinagoga, enseguida sus enemigos lo menosprecian diciendo: Pero, ¡este es el hijo de José, el carpintero, el hijo de María! ¡Nunca ha ido a la universidad! ¿Pero con qué autoridad habla? ¡No ha estudiado!”, la tentación ha involucrado a todos contra Jesús.
Tenemos una tentación que crece: Crece y contagia a otros. Pensemos en un chismorreo, por ejemplo: Yo tengo un poco de envidia de esa persona, de esa otra, y primero tengo envidia dentro, solo, y es necesario compartirla y va a otra persona y dice: “¿Pero tú has visto a esa persona?”, y busca crecer y contagia a otro y a otro... Pero este es el mecanismo del chismorreo y ¡todos nosotros hemos sido tentados de chismorrear! Esta es una tentación cotidiana. Pero comienza así, suavemente, como el hilo del agua. Crece por contagio y al final se justifica.
Estemos atentos cuando en nuestro corazón sintamos algo que terminará por destruir a las personas.

Por esto es tan importante leer durante el día un fragmento del Evangelio. “¿Por qué, para aprender? ¡No! Para encontrar a Jesús, porque Jesús está precisamente en su Palabra, en su Evangelio. Cada vez que leo el Evangelio, encuentro a Jesús. Pero, ¿cómo recibo esta Palabra? Se debe recibir como se recibe a Jesús, es decir, con el corazón abierto, con el corazón humilde, con ese espíritu de las bienaventuranzas”.
(Frases extractadas de https://es.catholic.net/op/articulos/48953/cat/331/no-es-este-el-hijo-del-carpintero.html#modal y
https://es.catholic.net/op/articulos/12821/cat/331/ninguno-es-profeta-en-su-tierra.html#modal)