El informe, señaló el eurocomisario Karmenu Vella en un texto publicado en su cuaderno de bitácora digital, que es una llamada de atención convincente sobre la pérdida drástica de la naturaleza en la Tierra y las acciones urgentes que debemos tomar para detenerla.
“La naturaleza es esencial en los alimentos, el agua potable, la energía, los medicamentos, el clima estable, la calidad del aire y el bienestar y los medios de vida de las personas”, declaró y agregó que la continua degradación de los ecosistemas nos impedirá alcanzar los objetivos del Acuerdo Climático de París y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.
El análisis de la Plataforma Intergubernamental en Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos (Ipbes), que subraya la responsabilidad humana en esta situación, muestra que el cambio climático, la biodiversidad, la seguridad alimentaria y la degradación de la tierra son interdependientes, añadió el comisario.
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“El informe destaca la necesidad de un cambio transformacional rápido y profundo en la forma en que consumimos, producimos y comercializamos. Debemos romper el círculo vicioso de la degradación continua de los ecosistemas y reemplazarlo por un ciclo virtuoso de restauración y preservación de los ecosistemas”, agregó.
En ese sentido, el máximo responsable comunitario de Medioambiente avanzó que la Comisión Europea (CE) adoptará en breve nuevas orientaciones sobre la integración de los servicios de los ecosistemas en la toma de decisiones y en la infraestructura verde y que, de aplicarse, generará múltiples beneficios para la salud y los medios de vida de las personas.
Esas directrices también tendrán el poder de crear oportunidades de desarrollo económico, especialmente para los grupos sociales más pobres y más vulnerables, agregó.
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La publicación del informe del Ipbes coincide con la difusión de una macroencuesta de la CE que arroja que el 96% de los ciudadanos europeos considera necesario proteger la naturaleza.
“Ya no será aceptable que ningún gobierno del mundo se comporte como si no supiéramos el alcance de la crisis a la que se enfrenta el mundo natural, ni que ignoremos el papel de la humanidad en la degradación ambiental”, agregó Vella.
El comisario europeo de Medioambiente subrayó que la ciencia y los ciudadanos ya hablaron y que ahora toca transformar esta llamada en acción, desde el más alto nivel político hasta nuestras decisiones diarias.
“No hay tiempo que perder”, concluyó.