14 jun. 2025

“No se miden con la misma vara deudas de compradores”

“Cuando estuvimos al frente de la empresa eléctrica, como consejeros exigimos que Eletrobras (que compra energía) devuelva lo que no había pagado en 2018, lo cual se materializó en un acta del consejo, aprobada por unanimidad; y además por un acta del Directorio, que avaló la decisión; pero no fue operativizado y a dos años y más de ese episodio, se le sigue perdonando la deuda”, sostuvo Pedro Ferreira, ex titular de la ANDE.

El ingeniero también recordó que en igualdad de condiciones la ANDE tuvo que pagar con 1% de interés mensual cuando le llegó a deber a Itaipú por compra de energía; por lo cual no observa avances en el ejercicio de la soberanía. Trajo a colación –a renglón seguido– el reciente caso mediante el cual Itaipú decidió brindar a Furnas unos USD 200 millones para que modernice su sistema de conversión de corriente alterna a continua; pero apuntando que la planta está distante a 20 kilómetros de la central y que es propiedad brasileña, no de la Itaipú. “No hubo, en consecuencia, contrapartida para el sistema eléctrico paraguayo”, enfatizó Ferreira.

Uno de los aspectos que llamaron la atención de Ferreira es referido a un trabajo que se había realizado entre todos los contadores de la ANDE, y que fue presentado a la Itaipú en 2019. Trata sobre errores en el balance de la binacional y la falta de ecuación a las normas internacionales, ya que el mismo reglamento interno de la entidad así lo exige.

“Todo los auditores internacionales también opinaron sobre el balance de forma reiterada, señalando sus errores. Se trata de una vía que debe tener la binacional para que su contabilidad pueda ser leída normalmente, y permita establecer los costos reales a ser transferidos vía tarifa a ambos grandes compradores: Eletrobras y ANDE”, destacó.

Por eso, enfatizó en que si no se tiene en cuenta ese vacío intelectual, prácticamente deja la pelota en el arco libre a los negociadores brasileños, para que incluso quieran seguir con el Anexo C bajo su interpretación; ya que bajan los costos y la contraparte paraguaya no tendrá alternativa con un balance universalmente aceptado, para introducir dentro de los costos las depreciaciones de una obra de unos 50 años de vigencia.