El juez Penal de Garantías Julián López explicó que Díaz Verón deberá presentarse con su abogado ante el Juzgado, este viernes a las 10.00, ocasión en la que el ex titular del Ministerio Público tendrá la oportunidad de declarar, aunque su abogado, Mario Elizeche, le recomendó abstenerse.
Según detalló, una vez culminada la audiencia de imposición de medidas, se deberá determinar el lugar de reclusión. El magistrado aclaró que aún se desconoce si el ex fiscal será remitido a la penitenciaría de Tacumbú, dada la situación de sobrepoblación de reclusos en el lugar.
“La Dirección de Institutos Penitenciarios será el encargado de disponer el lugar en donde será remitido para resguardar su integridad física. Aún no sabemos si va a ser en Tacumbú, ya que hay un exceso de reclusos en la penitenciaría; se debe determinar si hay espacio”, refirió a NoticiasPy.
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López señaló que la diferencia con relación a la causa de lavado de dinero que afronta su esposa, María Selva Morínigo, es que el hecho punible de enriquecimiento ilícito por el que se encuentra procesado es un crimen y cuenta con una expectativa de pena de hasta 10 años.
Recalcó que, a raíz de ello, un arresto domiciliario no es una opción para Javier Díaz Verón.
Por su parte la fiscala Carmen Gubetich de Cattoni, consultada acerca de si eventualmente se allanaría a un pedido de prisión domiciliaria, afirmó que no existe justificativo para esa medida alternativa.
El ex fiscal general del Estado se presentó este viernes poco después de las 06.00 en el Departamento contra Delitos Económicos y Financieros de la Policía Nacional. Allí quedó detenido y puesto a disposición del Ministerio Público.
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Está procesado por enriquecimiento ilícito y se encontraba con paradero desconocido hasta la fecha. El mismo no pudo justificar con documentos los ingresos de G. 1.147.058.591.
Tanto él como su pareja fueron imputados y tenían orden de detención desde hace casi dos semanas. Su esposa, María Selva Morínigo se entregó el martes y permanece en la cárcel del Buen Pastor desde esa fecha.