Francisco llegó este domingo a Ajaccio, la capital de la isla francesa, para participar en el congreso sobre la “Religiosidad popular en el Mediterráneo”, invitado por el obispo de la ciudad y cardenal de origen español, Francisco Javier Bustillo, y posteriormente se trasladó a la catedral de Nuestra Señora de la Asunción.
“En el contexto europeo en el que nos encontramos no faltan problemas ni desafíos relacionados con la transmisión de la fe, y ustedes lo experimentan cada día, descubriéndose pequeños y frágiles”, comenzó el Papa su discurso.
También advirtió a los religiosos que huyan de la vanidad porque “no olvidemos esto: En el centro está el Señor. No estoy yo en el centro, sino Dios”.
También les dio dos consejos: “Por mi parte, quisiera dejarles una doble invitación: Cuidar de sí mismos y cuidar de los demás”.
“Hay que tenerles miedo a esas personas que están siempre activas, siempre en el centro, que quizá por demasiado celo nunca reposan, nunca toman una pausa para sí mismas. Eso no es bueno, se necesitan espacios y momentos en los que cada sacerdote y cada consagrado cuiden de sí mismos”, agregó.
“Abrid los corazones a todos, sin hacer distinciones. Sobre todo, salid al encuentro de las personas allí donde viven y trabajan, y perdonad siempre todo. No hagáis demasiadas preguntas: Escuchad y perdonad. No torturéis a la gente en el confesionario, perdonad siempre, ya que el Señor nos ha dado el ejemplo”, dijo.
Y reveló: “Os confieso una cosa, yo llevo 53 años de sacerdote y nunca he negado una absolución. Yo siempre he perdonado”. El Papa también celebró misa en la Place d’Austerlitz, donde ante unas 7.000 personas y al final de la jornada, el Papa se reunió en el aeropuerto con el presidente francés, Emmanuel Macron, quien acudió solo para este encuentro.
FESTEJO EN EL AVIÓN. El Papa celebró su 88 cumpleaños, que cumplirá mañana, 17 de diciembre, con los periodistas en el avión de regreso de su visita a Córcega.
Francisco, con voz cansada, acudió a la parte trasera del avión donde viajan los 66 periodistas que le acompañaron en este viaje a Ajaccio, para recibir una torta de cumpleaños por sus 88 años.
La torta se la entregó la periodista mexicana y presidenta de la Asociación Internacional de Periodistas Acreditados en el Vaticano (Aigav), Valentina Alazraki, en nombre de todos los reporteros. Francisco solo agradeció su labor a los periodistas y destacó de su breve viaje a Córcega que había visto muchos niños, pues se trata de “un lugar donde nacen muchos niños”.