Al cumplirse el cuarto aniversario, sus hijas Beatriz y Silvana conversaron con ÚH y el sentimiento de impotencia mantienen a flor de piel por la falta de resultados, pese al esfuerzo por encontrarlo.
“Hay un sentimiento de impotencia porque esta gente siga tan impune y no los puedan encontrar, que no puedan pagar por ese crimen que han hecho es algo que no podemos entender. Por eso, siempre decimos: Nos deben justicia, pedimos justicia”, reflexiona Beatriz, la vocera de la familia desde aquel 9 de setiembre fatídico de 2020, cuando se dio a conocer el secuestro del político liberal.
La familia sostiene que, si bien hay voluntad por parte de las autoridades del Ministerio del Interior, de la Fuerza de Tarea Conjunta y del Ministerio Público, lo que ellos esperan es que se pueda esclarecer el hecho.
Silvana, otra de las hijas del político liberal, critica, por sobre todo la falta de continuidad en los trabajos investigativos en estos cuatro años. “Vemos que hay una falta de seguimiento, porque se hacen cosas, después hay cambios y no hay continuidad. Papá había recibido una llamada ese día de un personal, de un contratista. No se hizo seguimiento con el celular; hay cables sueltos, historias que se pierden”, reflexiona.
Según había mencionado el comisario Mariano Echeverría, horas después del secuestro, el contratista fue identificado como Félix Arnaldo Coronel, que habría sufrido un accidente de motocicleta camino a uno de los retiros de la estancia.
Su esposa, Miriam Cantero, es la que fue hasta la comisaría de Yby Yaú para alertar a los agentes que Denis fue secuestrado.
INVERSIÓN EN TECONOLOGÍA
Luis Aníbal Denis, uno de los hermanos de Óscar, menciona que uno de los puntos flojos de los responsables de esclarecer este hecho y encontrar a la banda criminal, es la falta del uso de la tecnología.
En su opinión, se debió utilizar drones para ubicar el lugar exacto donde se encontraban los miembros del EPP. “El Gobierno tiene que invertir en tecnología, principalmente en drones, que puedan dar esa información. Apenas ocurrió el secuestro, los drones ya tenían que estar encima”, expresa.
Luis Aníbal reconoce que le queda una sensación de disconformidad al no poder esclarecer este hecho que mantiene en zozobra a su familia. “Siempre queda esa sensación que se pudo haber hecho más”, admite.
El hombre, que también es un conocido empresario en Concepción, señala que quedaron con miedo luego de lo sucedido, pero aprendieron a vivir con ello para seguir trabajando. “El miedo siempre está, pero hay que seguir”, remarca el familiar.
“NO SABEMOS NADA DE LICHITA”
El secuestro de Óscar Denis se produjo siete días después de un enfrentamiento entre miembros de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) y la banda criminal en el que fueron muertas dos niñas de 11 años, hijas de los guerrilleros.
En este procedimiento también habría quedado herida Carmen Elizabeth Lichita Oviedo Villalba, hija de los líderes del EPP, Carmen Villalba y Alcides Oviedo Brítez, ambos privados de libertad y condenados.
Lichita habría quedado en cuidado de su tía Laura Villalba y fue vista por última vez el 30 de noviembre de 2020.
Los miembros del grupo armado, a través de comunicados, habían responsabilizado a la FTC de su desaparición.
En enero de este año hicieron llegar un panfleto a los miembros de la familia Denis en el que expresaron que darán datos del secuestro a cambio de información de la situación de la niña.
“Cuando ellos (miembros del EPP) dicen: ‘nosotros queremos saber de Lichita’, no sabemos qué responder. Nosotros no la secuestramos a Lichita. Sí sabemos que ellos les secuestraron a papá”, asegura Beatriz.
La mujer reconoce que debido a la urgencia por obtener alguna información de su padre, realizaron averiguaciones, pero no obtuvieron ninguna información acerca del paradero de la niña.
OPCIÓN POR LOS POBRES. El doctor José Modesto Araújo es uno de los amigos de Óscar Denis, que sigue esperando que se pueda esclarecer el hecho que los ha marcado.
Recuerda que trabajó de cerca con él en el tiempo en que Denis se desempeñaba como gobernador del Departamento de Concepción, en donde se destacó por su trabajo con las personas más necesitadas. “Lo que me da pena es que esto lo hicieron personas por las que él más hizo un esfuerzo dentro de su gestión”, señaló agregando que los familiares de los que hoy son los líderes de la banda criminal son conocidos de toda la vida.
Araujo recordó que su amigo profesaba una ideología liberal progresista y que siempre le habló de ayudar a los más necesitados. “Tenía empatía, porque hacía aquello que la gente necesitaba y él tenía su manera. Te comento, su mejor amigo, por ejemplo, era la gente de la Iglesia Católica”, agrega.
En las largas conversaciones que tenían –recuerda– hablaban de la seguridad y el peligro de las bandas armadas, pero el ex vicepresidente no dimensionaba el peligro que estaba corriendo. “Siempre hablamos y le decía que necesitaba tener más seguridad, pero él era un señor que no quería tener seguridad. En la época en que era vicepresidente de la República lo acompañaba un policía, pero casi siempre viajaba solo. No pensó tal vez que eso podía suceder”, afirma el amigo.
Amancio Óscar Denis Sánchez nació en la ciudad de Concepción. Tenía 74 años cuando fue raptado.
En su camino en el ámbito de la política logró acceder a cargos como gobernador del Departamento de Concepción, diputado, senador en dos periodos, presidente del Partido Liberal Radical Auténtico y vicepresidente de la República, cargo al que accedió en el 2012 tras la destitución de Fernando Lugo.
