“Termina siendo una decisión muy interesante. El país en los últimos años ha mostrado un muy buen manejo de política monetaria y es una decisión, creo yo, que hay que tener en cuenta como una visión hacia el mediano plazo”, detalló.
Indicó que la misma proyección del Banco Central dice que el otro año el índice de precios al consumidor (IPC) va a estar en torno a la nueva meta y dentro del rango (una tolerancia de 2%), pero no necesariamente en el 3,5%.
A su vez, consideró que esto puede impulsar a mayor competitividad de tasas de interés en el mercado. “Esto nos lanza a una nueva previsibilidad hacia adelante, es una nueva exigencia (...) y va a repercutir en la competitividad que hoy existe en el sistema financiero, que está teniendo tasas que son más bajas que en años anteriores y en la medida que se vaya consolidando esto se va a ir transfiriendo también hacia el sistema”, refirió.
CONFIANZA. Consultado acerca de si el ente financiero matriz transmite suficiente confianza a los agentes con esta decisión, considerando que el BCP es visto por algunos sectores como “juez y parte” en la medición de la inflación, Garicoche apuntó que los datos oficiales son un insumo válido para la toma de decisiones.
“Sí, transmite confianza, porque cuando el Banco Central tenía una meta de inflación del 4% o el 4,5% nunca tuvo miedo de salir a decir que no estamos en el rango de nuestras metas de inflación. Cuando la inflación se escapó, se escapó y sencillamente no salieron a decir algún otro número, sino que dijeron el número que realmente existía”, indicó.
“Entonces, eso es una muestra de que si el número está por encima o por debajo de lo que es la meta de inflación ellos lo van a decir”, añadió.
Liquidez. Por otro lado, el economista Gustavo Rivas coincidió en la valoración positiva de la decisión del BCP, pero advirtió de otros desafíos adicionales que se plantean sobre la estabilidad de precios.
“Que nosotros tengamos estabilidad en datos macroeconómicos como el déficit fiscal, la inflación, tipo de cambio, obviamente proyecta una imagen de confianza. Creo que esos han sido los factores por los cuales una de las calificadoras de riesgo nos dio el grado de inversión y cuando bajás tu meta le decís al mundo que hay control de tu política monetaria”, señaló.
Sin embargo, advirtió que la liquidez en el mercado es una cuestión a tener en cuenta. “Puedo bajar la tasa de política monetaria y la meta de inflación, pero si no tenemos las condiciones para asegurar liquidez en el mercado probablemente el mercado va a pagar nomás luego por sobre la referencia y el abaratamiento del crédito no va a ser como se espera (...) tenemos que precautelar la liquidez para que esto pueda verse en una reducción de tasas activas para que proyectos sean viables e importantes”, apuntó.
El BCP presentó el último lunes su proyección de crecimiento del PIB de 3,8% para 2025, un porcentaje similar al de 2024 y uno de los más altos de la región. Durante la conferencia, el presidente del BCP, Carlos Carvallo, también informó sobre la reducción de la meta de inflación de 4% a 3,5%, con el objetivo de alcanzarla para 2026.