“Lo he dejado claro, odio las ratas. Y vamos a matar algunas”, sostuvo previo a la firma de los proyectos de ley, aprobados por el Concejo municipal.
Las nuevas leyes exigen que el Departamento de Salud cree las “zonas de reducción” de roedores no más tarde del 1 de abril del 2023. Esta agencia deberá además emitir un reporte cada año sobre las medidas que puso en marcha con ese fin y las que planifica para cada zona, así como de los esfuerzos de divulgación pública.
También que el Departamento de Limpieza establezca el tiempo en que los edificios deben disponer de su basura y reciclaje para su recolección.
Entre las nuevas leyes se exigirá además que los nuevos grandes proyectos de construcción contraten un “exterminador” antes de que la ciudad le emita el permiso para la obra y que los edificios con problemas de ratas usen contenedores de basura resistentes a roedores.
“Me enorgullece firmar cuatro proyectos de ley para ayudar a crear una ciudad más limpia y acogedora. Esta legislación redobla nuestros esfuerzos y es otro paso importante para reducir la población de roedores. Las calles libres de ratas son vitales para vecindarios vibrantes y para la recuperación económica de nuestra ciudad”, indicó.
“Agradezco al Concejo por su colaboración para mantener nuestra ciudad impecablemente limpia”, afirmó Adams, que el mes pasado anunció un cambio para reducir la cantidad de tiempo en que las bolsas de basura pasan en la acera (desde las 8 de la noche, 4 horas más tarde que antes) y hoy lo convirtió en ley.
De acuerdo con un reciente informe sobre los primeros seis meses de gestión de Adams, la cantidad de calles calificadas como “aceptablemente” limpias disminuyó en un 4 % en comparación con el mismo período del año pasado. También aumentaron las llamadas para denunciar avistamientos de roedores y basura en las aceras.
“Las personas están preocupadas por el avistamiento excesivo de ratas en su comunidad y la infestación y, en realidad, la ansiedad que generan”, indicó y destacó que a los neoyorquinos y a las empresas les está costando millones de dólares lidiar con esta crisis.
Las ratas son visibles en las vías del metro, los sótanos de los edificios, en los parques y en cualquier calle donde se amontonan las bolsas de basura. Es frecuente ver carteles que advierten contra arrojar basura con el mensaje de que pueden convertir la zona en “un restaurante de ratas de cinco estrellas”
“Las zonas de reducción no le dan a las ratas un lugar seguro, y las herramientas en estos proyectos de ley nos permiten a todos enviar a las ratas a empacar” para irse de nueva York, señaló por su parte la comisionada del Departamento de Limpieza, Jessica Tisch.