Las dosis, que llegarán gradualmente, permitirán la continuidad del plan nacional de vacunación contra Covid-19, que inició con el personal de salud de las Unidades de Terapia Intensiva a través de la aplicación de un lote de la vacuna Sputnik V obtenida por el Gobierno de Paraguay a través de un acuerdo bilateral. Paraguay espera recibir 4 millones de dosis dentro del año 2021.
Covax es el mayor mecanismo global de adquisición de vacunas a gran escala que se haya puesto en marcha en la historia. Es el pilar de las vacunas de una iniciativa más amplia de colaboración mundial contra el Covid-19, denominada el Acelerador ACT (en inglés Access to Covid-19 tools) que tiene otros dos pilares orientados: a) al desarrollo y acceso equitativo a diagnósticos y tratamientos y b) al fortalecimiento de los sistemas de salud.
El mecanismo fue creado con el objetivo de acelerar el desarrollo y la fabricación de vacunas y garantizar un acceso justo y equitativo a estas. Está codirigido por la Alianza para las Vacunas (Gavi), la Coalición para la Promoción de Innovaciones en pro de la Preparación ante Epidemias (CEPI) y la Organización Mundial de la Salud (OMS). La meta de Covax es distribuir 2.000 millones de dosis de vacunas a los 192 países que lo integran.
Por su parte, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), aporta una larga experiencia en la adquisición y distribución de vacunas en situaciones de emergencia a nivel global.
El Fondo Rotatorio de Vacunas (FRV) de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) participó en el desarrollo del Covax desde sus inicios y es el encargado de negociar y adquirir las vacunas contra Covid-19 para los países de las Américas, bajo la premisa de mejor calidad y el precio más bajo del mercado.
El FRV de la OPS desde hace más de 35 años ha ayudado a los países a proteger sus poblaciones contra algunas de las enfermedades que causan más muertes y discapacidad en el mundo, incluidos la poliomielitis, el sarampión, la fiebre amarilla, el rotavirus y el virus del papiloma humano.
Los países de las Américas adquieren sus vacunas a través de este mecanismo de cooperación solidaria que consolida la compra, para adquirir vacunas, jeringas e insumos utilizados en la vacunación, con la mejor calidad y el precio más bajo del mercado.
Debido a las dificultades globales para la producción y distribución universal de las vacunas, su disponibilidad actualmente es limitada, pero se espera que esta mejore progresivamente. En ese sentido, el primer despliegue de vacunas estará destinado a la protección de los más vulnerables: Trabajadores de salud y adultos mayores, quienes están en mayor riesgo de desarrollar formas severas de Covid-19. Esto ayudará a impactar positivamente para prevenir hospitalizaciones y muertes, reducir la presión sobre los sistemas de salud y mantener los servicios de salud funcionando.
Para que se pueda generar una inmunidad de rebaño, es decir, ampliar la protección de los vacunados a los no vacunados y controlar la pandemia, se estima que debería vacunarse al menos el 70% de la población mundial. No basta con que algunos países logren la cobertura, pues el virus seguirá propagándose y mutando entre la población susceptible de países que hayan logrado estos niveles de cobertura.
Mientras no hayamos logrado lo anterior, debemos seguir extremando cuidados con las medidas de prevención que han demostrado ser altamente efectivas, como el uso de mascarillas, evitar aglomeraciones, mantener la distancia física de al menos dos metros y el lavado de manos frecuente con agua y jabón por al menos 20 segundos.
Existen desafíos para lograr que las vacunas lleguen a todos los países que las necesitan: Los laboratorios productores están al tope de la producción, algunos países con mayores recursos económicos han acaparado los primeros embarques de vacunas, mientras el resto del mundo sigue aguardando su turno.
Brechas de financiamiento, aunque no solo se circunscribe a esta, especialmente en aquellos países en conflicto o con emergencias humanitarias, pues las vacunas requieren extremos cuidados para su transporte, conservación y administración.
La distribución equitativa de las vacunas es el mayor desafío que enfrenta la humanidad. Lo advirtió recientemente António Guterres, secretario general de las Naciones Unidas en una reunión reciente del Consejo de Seguridad, “si se permite que el virus se propague como la pólvora, mutará una y otra vez”. En el peor de los escenarios, eso restaría efectividad a las vacunas aprobadas hasta el momento. Por otra parte, mientras se superan estos desafíos, más vacunas están siendo aprobadas para su uso en la emergencia y estarán disponibles para su uso.
Paraguay, al igual que otros países de la región y del mundo, enfrenta estos desafíos, preparándose para la administración y uso efectivo de las vacunas, que junto con otras medidas de orden económico y social, orientan hacia el camino de la recuperación.
En lo que respecta a la pandemia, aún falta un largo camino por recorrer. Nos encontramos en una etapa de transmisión intensa, que ha puesto a los hospitales, las unidades de cuidados intensivos y el personal de salud bajo una enorme presión. Las decisiones que tomen los líderes y los ciudadanos en las próximas semanas determinarán cuándo concluirá la fase aguda de la pandemia. #NoBajemosLaGuardia.
Autores: Mario Samaja, Coordinador residente de las Naciones Unidas en Paraguay, Luis Roberto Escoto, Representante de OPS/OMS en Paraguay y Rafael Obregón, Representante de Unicef.