El doctor Carlos Fernández Valdovinos, ex presidente del Banco Central del Paraguay (BCP) y anunciado —aunque no oficialmente— como el ministro de Hacienda del próximo Gobierno de Santiago Peña, reconoció que el déficit en infraestructura es un aspecto muy importante que tendrá que ser considerado por la siguiente administración ejecutiva del país.
En este sentido, afirmó que el nuevo Gobierno debe buscar la colaboración del sector privado para reducir el déficit. Fernández señaló que “ha habido un déficit, hay un déficit y seguirá habiendo déficit” en infraestructura, “porque realmente fue un aspecto muy descuidado de la economía paraguaya durante muchísimo tiempo”. Agregó que la inversión en infraestructura será un desafío.
Al mismo tiempo, reconoció que la próxima administración tendrá que ser innovadora “en términos de la ejecución, implementación, construcción de infraestructura pública de acá para adelante”. “En ese sentido, tenemos que buscar no solamente que existan inversiones públicas per se, sino involucrar al sector privado. Creo que desafortunadamente después de la gran Alianza Público-Privada (APP) que se hizo de la ruta PY02, que ha sido un éxito, no se ha continuado con otras obras bajo la misma modalidad. Entonces, vamos a tener que tratar de impulsar nuevamente la APP, y ver cómo podemos involucrar al sector privado en la construcción de infraestructura”, insistió Fernández.
Al mismo tiempo, el ex titular de la banca matriz reflexionó sobre la deuda que tiene el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) con las empresas contratistas, a la cual aludió porque “pareciera ser que casi nos atragantamos con la cantidad de inversiones que se están haciendo, tratando de recuperar el tiempo perdido”.
Balance. Igualmente, el economista precisó que el próximo gobierno debe balancear lo que es la cuestión de construcción de infraestructura, “absolutamente necesaria”, con lo que sería el balance de mantener el equilibrio macroeconómico, principalmente el fiscal, “que también es absolutamente necesario”.
“Y la construcción de infraestructura no solamente se debería limitar a la construcción de rutas, como fue en este caso la APP de la ruta PY02, sino también debería involucrar otros aspectos, incluyendo de repente lo que podría ser la reconstrucción de las escuelas. Para mí eso también es infraestructura”, declaró Fernández Valdovinos.
En este sentido, opinó que es “fundamental para el próximo gobierno” reconstruir los lugares “donde nuestros niños están siendo educados”. Consideró que los futuros administradores del país deberán observar ejemplos de otros países de la región, como el de infraestructura escolar en Uruguay, donde existe “un sistema muy bueno”, que básicamente incorpora al sector privado, no solamente en la construcción, sino también en el mantenimiento de las escuelas.
De hecho, desde la Cámara Vial Paraguaya (Cavialpa) ya habían señalado que el sector privado y el público deben aunar esfuerzos para aumentar los niveles de inversión en obras de infraestructura. Al respecto, apuntaron a aprovechar normas como la ley de APP, la ley Llave en mano o la de Concesiones.
A propósito, el propio ministro de Hacienda, Óscar Llamosas, había reconocido que la colaboración de las empresas es crucial para sostener la inversión necesaria. “Una mayor participación del sector privado ante menor espacio fiscal es esencial”, había subrayado.
“Se tiene que reducir la brecha”
El ingeniero Paul Sarubbi, presidente de la Cámara Vial Paraguaya, coincidió que un desafío importante para el próximo gobierno es poder ver, dentro de las limitaciones macroeconómicas por la deuda y la Ley de Responsabilidad Fiscal, cómo hacer para incluir en el déficit fiscal lo que se necesita invertir en infraestructura. “Tiene que ser entre el 3 y 4% del PIB por año, ahí estamos hablando de entre USD 1.200 y 1.500 millones que tiene que invertir el Estado anualmente. Tiene que ver el Gobierno cómo conseguir esos márgenes, porque hoy en día, según diferentes estudios, el déficit de infraestructura está entre USD 28.000 y 35.000 millones”, detalló. Añadió que actualmente no se están invirtiendo ni USD 1.000 millones, y que si se siguen las recomendaciones se requieren 30 años para poder hacer lo que falta, sin agregar las necesidades que irán surgiendo. “Las necesidades de mantenimiento también, porque hoy no se están manteniendo tampoco los caminos de una manera adecuada”, señaló Sarubbi.
LAS CIFRAS
28.000 millones de dólares es, por lo bajo, el déficit de inversión actual en infraestructura que tiene el Paraguay.
1.200 millones de dólares como mínimo al año es lo que el Paraguay debe invertir en infraestructura para poder avanzar.