Las cuatro personas identificadas y vinculadas al crimen de Marcelo Pecci podrían ser el nexo con personas en Paraguay, y de paso arrojar luz sobre quiénes son los autores morales del asesinato.
El fiscal Manuel Doldán, de la Unidad de Asuntos Internacionales, informó que la información la vienen manejando con mucho sigilo, pero que estas personas ya están siendo monitoreadas, porque se las sindican como copartícipes del magnicidio.
Tres balas habían acabado con la vida del fiscal Marcelo Pecci, el 10 de mayo de este año. Se había planeado perfectamente el asesinato, según se pudo determinar.
Desde su llegada a Colombia, junto a su esposa –para disfrutar de su luna de miel–, el pasado 5 de mayo, fue seguido por los sicarios y según presumen las Fiscalías de Colombia y Paraguay, fue “una empresa criminal la encargada de la ejecución de este crimen”.
NEXOS CON EL PAÍS. Según el fiscal Doldán, estas personas “podrían ser el nexo con la República del Paraguay, y acercarnos al que dio la orden”.
Sostuvo que se llegó a ellos gracias a técnicas especializadas de investigación, por medio de seguimientos, escuchas telefónicas y declaraciones de testigos. Los cuatro ya condenados –a 23 años y 6 meses– también aportaron datos.
Según se entiende, los nuevos incorporados a la investigación “pueden ser la conexión entre el determinador (el que ordenó ejecutar al fiscal) y el contratante (encargado de logística) y los ejecutores, es decir, una conexión intermedia entre Paraguay y Colombia.
“Podrían estar vinculados a organizaciones internas y también internacionales”, citó Doldán.
Se maneja que las personas serían parte de la organización Tren de Aragua y también el Clan del Golfo.
El primer grupo criminal mencionado se inició en Venezuela y ahora opera también en Colombia, Chile y Perú, teniendo aproximadamente 3.000 miembros.
Desmienten vínculos con Marset
El fiscal de Asuntos Internacionales, Manuel Doldán, reiteró que no hay ningún elemento en la investigación que vincule con el asesinato del fiscal Marcelo Pecci al uruguayo Sebastián Marset, quien es requerido por la Justicia en Paraguay y tiene orden de captura internacional por narcotráfico y lavado de dinero.
En un primer momento, el presidente de Colombia, Gustavo Preto, había declarado que Marset estaba vinculado con el asesinato y, lo que es más, se lo sindicaba como el que ordenó la muerte.
También había referido que esto demuestra que hace mucho “el narco” dejó de ser un problema colombo-estadounidense y es hoy un problema americano y mundial. Ya este dato lo habían desmentido las autoridades.
“Hubo una desinformación por parte del presidente de Colombia”, expresó Manuel Doldán.