En primer lugar, se cita la mala infraestructura de Asunción, que encabeza con un 96% de desaprobación; se menciona aquí particularmente el estado de las calles. El segundo punto con más votos negativos es la mala gestión municipal, que alcanza un 91%. En tercer lugar, se encuentra la deficiencia del servicio del transporte público, con un 91%.
Para la ciudadanía estos son los peores aspectos y encarnan el descontento de la ciudadanía con la situación en la que se encuentra la ciudad capital. Según los técnicos que llevaron adelante la encuesta, los ciudadanos cuestionan el estado de las calles, veredas, plazas, parques y semáforos; pero además surgen como temas de interés, la calidad de aire, y la cantidad de metros cuadrados de plazas y parques disponibles por habitantes, ya que no se cuenta con esa información actualizada.
Con actitud paternalista, el intendente mencionó –durante la firma del convenio para presionar a los morosos– que la Intendencia ha ofrecido ”todos los medios y herramientas” para que los contribuyentes se pusieran al día: Citó exoneraciones de multas y recargos, financiación, descuentos, incluso prescripciones, convenios con entidades bancarias y financieras, además de sorteos y premios, para los contribuyentes que estaban al día.
Ciertamente es rol del Municipio arbitrar las medidas necesarias para recaudar los impuestos, después de todo, son esos recursos los que sostienen la gran y pesada estructura.
Lamentablemente, el intendente, sus directores ni los concejales municipales están considerando la información de la calle, vale decir el sentir de los vecinos. Precisamente, información como los datos de la encuesta sobre las principales falencias en la administración de la ciudad.
Resulta evidente que hay una tremenda desconexión entre las realidades percibidas, por un lado, por Nenecho Rodríguez y, por el otro, la mirada y la evaluación ciudadana. El 96% de la población desaprueba la infraestructura urbana de Asunción; el 82% considera que el servicio de recolección y tratamiento de basura es inadecuado; el 92% considera que los espacios públicos de Asunción no están preparados para recibir turistas, lo que demuestra una percepción de falta de inversión, mantenimiento o servicios adecuados para visitantes, y el 60% considera como muy baja la cantidad de espacios verdes.
Responder a ese sentir ciudadano, exigiendo el pago de tributos cuando resulta evidente el estado calamitoso de abandono de la ciudad no pareciera ser una estrategia inteligente. Especialmente, si tomamos en consideración que, según el balance municipal, la Comuna recibe cuantiosos ingresos, más de 121 millones de dólares, solamente en concepto de Ingresos Tributarios, en 2024. Sin embargo, la administración colorada de Óscar Rodríguez sigue presionando a los morosos, y no solamente no invierte en obras y mejoras para la ciudad, sino que destina siete veces más a sueldos que lo que invierte en obras para los vecinos.
Asunción necesita un cambio urgente en la forma de gestionar, si no lo hace, la capital seguirá sumida en un estado de abandono, e inmersa en una crisis financiera, provocada precisamente por una gestión ineficiente. Nuestra ciudad capital precisa contar con autoridades que estén comprometidas con el bienestar de la población; en primer lugar, y que además tengan planes para convertir a la ciudad en un espacio que ofrezca calidad de vida a sus habitantes.