En la ocasión, las autoridades del Guairá realizaron la palada inicial para construir la obra de la futura Basílica, cuya financiación estará a cargo de la Gobernación del Guairá con un monto cercano a G. 2.600 millones y que se inaugurará el 17 de diciembre de 2025.
Durante su homilía, el nuncio apostólico, monseñor Vincenzo Turturro, resaltó la valentía de la mujer paraguaya que toma decisiones importantes en los claves de la vida. Recordó la vida de la Virgen María que “enseñó a la humanidad que la confianza radica en el hecho en que es Dios el que confía en nosotros, amándonos, como en el momento de la anunciación cuando Él estuvo pendiente de la respuesta de María, para que de forma libre pueda responder si aceptada o no de ser la madre de Jesucristo”.
“Ella tuvo la libertad de decidir ser la servidora de Dios cuando el ángel le preguntó si aceptaría ser la madre de Jesús. Dios quedó pendiente de su respuesta que podía hacerlo libremente. No sé si María tenía la fuerza de las mujeres paraguayas, pero algo similar tenía. Esa valentía y la libertad de María Santísima siguen marcando la vida de la mujer en este mundo. Por eso todas las mujeres se merecen respeto, la atención y el cuidado que le debemos a nuestra madre”, indicó. En 1954, la imagen de la Virgen de Caacupé se dirigía al distrito de Tebicuary y debido al mal estado del camino fue trasladada por el río Tebicuarymí, por Itapé, donde al cruzar su manto rozó las aguas caudalosas y desde aquel entonces han ocurrido distintos hechos considerados como milagros por los devotos. Este año se cumplió 70 años de aquel milagroso paso por el río.

En el 54 se vieron los primeros milagros en la zona. Los antiguos pobladores comentan que apareció un gran cardumen de peces en una época de hambruna. Cuentan que tan solo bastaba introducir la mano al agua para extraer algún pez.
Varias personas con enfermedades terminales señalaron que se vieron curadas gracias a la intercesión de la madre milagrosa. En 1956 se había erigido un oratorio en homenaje a la Virgen, a orillas del río Tebicuarymí, debido a que gracias al paso de la Virgen se vivieron experiencias sobrenaturales, hasta ahora recordadas. Al término de la misa central, se realizó la procesión náutica por el río, al amparo de los fieles. Algunos acamparon con sus familias y amigos para ser parte de la festividad central. El nuevo templo erigido a pocos metros del santuario natural presenta un gran avance y para el próximo año se prevé la culminación de la obra a través de una inversión de la Gobernación del Guairá.