El aislamiento por la pandemia del coronavirus (Covid-19) estaría incidiendo en el aumento de la obesidad. Por ello, Estela Servín, nutricionista del Hospital Central del Instituto de Previsión Social (IPS), advierte que “las personas pueden verse muy afectadas y tener variadas consecuencias que estaríamos observando con el correr de los meses.
Se teme que se vean agravados los números de obesidad que ya también eran pandémicos. Realmente esta situación actual nos tomó por sorpresa y los hábitos de alimentación se vieron fuertemente impactados”.
La situación ocurre porque “hay personas que aumentaron el consumo de alimentos preparados o industrializados y hay otras personas que se han acercado a preparar las comidas, que no hacían antes porque sus rutinas se los impedían. Muchas veces cayendo en exageraciones alimentarias”.
El impacto en la alimentación es una sumatoria de factores que se interrelacionan entre sí como la combinación del aislamiento social con el aumento de la hormona del cortisol (se da por el miedo, la angustia, la inseguridad e incertidumbre) sumado a la mala alimentación. La nutricionista señaló que es fundamental controlar el hambre emocional. “Hay que tratar de calmarlo con algo que no sea comida”.
Además, en estas circunstancias hay muchas personas que perdieron también los ciclos de sueño y vigilia y, por lo tanto, comen en horas que antes no lo hacían. Dormir bien también es clave, ya que descansar mal lleva al aumento de peso.