De la cantidad de personas que están graves en terapia intensiva por Covid-19, entre el 80 al 85% no tienen siquiera una dosis de la vacuna, pese a que tuvieron la oportunidad de haberse inmunizado hace tiempo.
Este porcentaje alto –que da cuenta a su vez sobre el impacto positivo de la vacunación– se tuvo en las últimas dos semanas epidemiológicas 43 y 44, comprendidas del 25 de octubre al 9 de noviembre. En este lapso el número de hospitalizados por Covid aumentó 37%; en tanto que la cifra de internados en Unidad de Terapia Intensiva (UTI) trepó 138%, de acuerdo a los últimos datos consolidados por la Dirección General de Vigilancia de la Salud (DGVS).
Y todo de la mano de las personas no vacunadas. En esos quince días, de un máximo que se tuvo de 123 internados, 90 carecían siquiera de una dosis anti-Covid. El resto se dividía entre los que accedieron a una sola dosis y quienes completaron su esquema de inmunización.
En tanto que de los 90 pacientes en UTI, solo 35 poseen alguna comorbilidad o enfermedad de base. Y entre ellos, los que predominan son la obesidad (57%), cardiopatía y EPOC en un valor de 29%, respectivamente.
Para el doctor Hernán Martínez, viceministro de Atención Integral a la Salud, no es casual que los obesos encabecen la lista. “Cuando estábamos en el auge de la pandemia vimos muchos pacientes con la única comorbilidad que era la obesidad. Y la gran mayoría pasó a terapia intensiva”, recuerda al señalar que la obesidad se posicionó como uno de los factores de riesgo convocantes.
Respecto a los internados con vacunación completa, las autoridades sanitarias indicaron que son adultos mayores con “enfermedades debilitantes”. Aquí predominan, según el boletín de la DGVS, los adultos mayores con diabetes mellitus (60%); cardiopatía (47%) y obesidad (33%).
“Son personas mayores con enfermedades crónicas debilitantes. En esa situación, claramente, sabemos que a medida que aumenta la edad hay factores que también aumentan la probabilidad de desarrollo de formas graves, que son mitigadas por la vacunación. Pero que no le impiden en su totalidad porque son enfermedades crónicas muy debilitantes”, refuerza Héctor Castro, director del Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI).
En contrapartida, más de la mitad de los internados en sala común, actualmente, son personas de 20 a 59 años no vacunadas.
Castro se hace eco de esa estadística oficial y enfatiza que encontraron a muchos jóvenes que requirieron internación. “Una persona de 40 años sin vacunas tiene el mismo riesgo de internarse que una de 75 años con enfermedades crónicas debilitantes”, sopesa.
El viceministro Martínez contemporiza, no obstante, que la mayoría de los pacientes en UTI son abuelitos que tienen como mínimo una comorbilidad y la diabetes es una de las mayores causantes de esta situación. “Siempre hemos dicho que la vacuna no impide el contagio; lo que impide es la forma grave de la enfermedad”, y recala y añade:
“Ahora, si ponés en la balanza el porcentaje de pacientes que no están vacunados, la mayoría son las que se complican sin ningún tipo de comorbilidad. En las salas de internación, siempre predominan los no vacunados y la particularidad es que puntean los no vacunados entre los que están en terapia intensiva”.
La consulta tardía sigue siendo otro factor del aumento en las hospitalizaciones. Al principio, por el temor que infundía esta enfermedad, al menor síntoma corrían a hacerse el hisopado. “Hoy la gente presenta síntomas respiratorios y no se tratan y algunos de ellos se complican y llegan en muy mal estado general”, dice y menciona que en el interior del país, al parecer, la gente está como desconectada de los informes diarios que se dan sobre Covid.
Evidencias científicas respaldan vacunación
El Ministerio de Salud Pública (MSP) emitió un comunicado ayer en el que reitera que las plataformas contra el Covid-19 aplicadas en el país cuentan con respaldo científico. Todas las vacunas anti-Covid poseen aval de entidades regulatorias de referencia y tienen evidencias de seguridad, efectividad y eficacia, a instancias de laboratorios productores de vacunas que gozan de aprobación para uso de emergencia.
Estado puede imponer inmunizarse
El ministro de Relaciones Exteriores, Euclides Acevedo, expresó ayer que “el bien común está por encima de los derechos particulares”, al consultársele si podría adoptarse en el país medidas restrictivas con respecto a los ciudadanos que se niegan a vacunarse contra el Covid-19, tal como ocurre en Austria, donde se decidió confinar a los no vacunados.
A criterio suyo hay que hacer el máximo esfuerzo para no llegar a obligar o imponer. Sin embargo, “en ultima instancia, si el Estado en materia de seguridad tiene el monopolio de la fuerza, no de la violencia, salud pública es tan importante como la seguridad, por lo tanto, el Estado puede en un momento dado imponer como regla de juego que se vacune todo el mundo”.
Según el ministro, el Gobierno tiene que encontrar mecanismos que, sin alterar el derecho a la libertad, puedan implementarse a favor de un bien común como es la salud pública. Explicó que el Ministerio de Salud está buscando los protocolos al respecto. “Si el señor periodista quiere irse a la cancha, si no está vacunado, no entra”. Dijo ser consciente de la fuerte campaña de los antivacunas, ante lo cual, su sugerencia es encarar otra campaña “mucho más enérgica y persuasiva” sobre la importancia de la inmunización contra el Covid-19. Insistió que el bien común está por encima del derecho individual.