En víspera al Día de la Virgen de Caacupé, el obispo Ricardo Valenzuela adelantó a Telefuturo que la homilía de la misa central tendrá un enfoque más social, ya que consideró que “las palabras de consuelo no se pueden dejar de lado”.
''En esta ocasión la homilía es más compleja porque se mezcla las necesidades de la gente, va a tener un poquito otro enfoque. Las palabras de consuelo no se pueden dejar de lado”, señaló el obispo y recordó a los cientos de paraguayos que pasaron por situaciones difíciles a causa del Covid-19.
En ese sentido, indicó que como pastor debe pensar en esa gente que sufrió este año, que perdió a sus seres queridos o que pasa por momentos de incertidumbre y sostuvo que son muchísimas las necesidades en todo sentido.
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Ante esa situación es que el religioso busca darle un enfoque distinto a la homilía de la misa central. En años anteriores denunció la corrupción en el país y la falta de credibilidad de las autoridades. Durante el novenario también se puso mucho énfasis en la problemática de la tierra y la ola de desalojos.
“Es como que vas a un velorio y hablás de deportes, economía o política. Eso no tiene mucho sentido”, aseveró sobre el escenario actual del país y la intención de dar un mensaje más alentador a la gente.
Valenzuela, por ejemplo, recordó al padre de Axel, un bebé de un año diagnosticado con Atrofia Muscular Espinal (AME), quien clamó en la Basílica ayuda de la ciudadanía para que su pequeño pueda acceder a la cura definitiva de la enfermedad.
Señaló que los fieles que van llegando hasta la Villa Serrana son aquellos que vienen a agradecer porque no tuvieron Covid-19 o porque se curaron “milagrosamente”. También están los que acuden en busca de consuelo porque perdieron a sus seres queridos y “una gran multitud” llega para pedir trabajo.
“El trabajo es lo urgente y necesario para calmar toda la situación que estamos viviendo. Esta pandemia dejó a todos fuera de juego, la gente no estaba preparada para esto”, sostuvo.
“Que cada paraguayo tenga su pedazo de tierra”
En otro momento, el obispo de la Diócesis de Caacupé habló sobre los desalojos que sufren las comunidades indígenas y el campesinado. En ese aspecto, Valenzuela cuestionó el egoísmo, la ambición desmedida y el deseo de algunos de lucrar con la tierra.
Pidió que el Instituto Paraguayo del Indígena (Indi) y las instituciones correspondientes cumplan con sus funciones “para que cada paraguayo tenga su pedazo de tierra”. “El Paraguay es grande para la pequeña cantidad de habitantes”, reprochó.