El obispo de Caacupé, Ricardo Valenzuela, durante la homilía del primer domingo de Cuaresma, habló sobre la experiencia de las tentaciones que Jesús pasó en el desierto.
“Después de ayunar 40 días, Jesús es tentado tres veces por el demonio, por el diablo”, manifestó e indicó que estas tentaciones indican “los tres caminos que el mundo siempre nos ofrece a nosotros”.
“Estas tentaciones nos acompañan como sombra de día y de noche. Incluso cuando dormimos, en el sueño se nos aparece también como una invitación”, siguió.
Alertó que estás tentaciones “nos proponen grandes éxitos, pero que son caminos para ser engañados por el demonio”.
Entre ellas, citó a la codicia, la gloria humana y la instrumentalización de Dios.
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“Querer usar a Dios, utilizarlo, manipularlo. Son tres caminos que con toda seguridad nos llevarán a la ruina”, sentenció durante su sermón.
Igualmente, mencionó que Dios ama a todos por igual y que estos son los caminos que “nos presentan con una ilusión de poder alcanzar el éxito y la felicidad, pero que eso es el demonio”.
“Jesús enfrentando estas pruebas, él mismo en primera persona vence la tentación tres veces para abrazar completamente el plan que Dios Padre le presenta”, acotó.
El obispo indicó que la humildad y la confianza en Dios son nuestras armas para vencer las tentaciones y caminar hacia la verdadera libertad.
También, con la intercesión de la Virgen María, recomendó que la palabra de Dios “sea nuestra guía y nuestra luz para superar las pruebas y alcanzar la victoria en Cristo”.