El religioso mantuvo un encuentro en la mañana de este miércoles con el presidente de la República, Federico Franco, en Palacio de López. Al finalizar la reunión, se refirió a la vida política del exmandatario Fernando Lugo, quien fue sacado de la Presidencia de la República el pasado 22 de junio, en un acelerado juicio político que duró menos de 30 horas.
Livieres consideró que Lugo significó un puñal “en la espalda” para la Iglesia Católica, desde el momento en que incursionó en la política, al argumentar que no le parece que los obispos se inmiscuyan en este ámbito, si bien consideró que los religiosos pueden “meter la pata” también. “No sé si metió la pata como presidente, pero como obispo sí", alegó, al tiempo de manifestar que le quedó claro que Lugo no se había entregado totalmente a su carrera sacerdotal.
Consultado si el expresidente arrastró a muchos religiosos, respondió: “Eso lo dije, aludía a montones de sacerdotes y a casi todas las monjas. Eso fue lamentable y hasta ahora sigue siendo lamentable”, expresó.
También indicó que Lugo se había comprometido ante todos los obispos (unos 17) y el Nuncio Apostólico en una reunión que habían mantenido en la casa de retiro Tupârenda a abandonar la política cuando todavía era obispo.
“Pero después continuó como si nada, <strong> y arrastró a buena parte del clero y una gran cantidad de monjas; y las capillas y las parroquias se trasformaron en comités políticos de Lugo </strong>; y teníamos que andar nosotros patrullando por ahí constantemente para evitar que los curas organizasen algún mitín a favor de Lugo en sus iglesias y en sus capillas”, denunció.
Monseñor Livieres, además, dijo que “le consta” al menos en su diócesis que, organizados por el Gobierno y ayudado por los curas, o al revés, no especificó bien , “se sacaban a chicos de las capillas y de las parroquias”. “Se los entusiasmaba para ir a Venezuela por 15 días, y le daban instrucción, no sé de qué tipo, supongo que ideológicas”, lanzó.
Sostuvo, que aquellos jóvenes que “funcionaban”, iban por un mes más al país bolivariano y volvían, y estos finalmente “si seguían siendo útiles” se los llevaba a Cuba.
Livieres dijo que esto seguramente también ocurrió en las otras diócesis, porque también en esos lugares el exobispo de San Pedro tenía el respaldo de gran parte del clero.