“Nos duelen y avergüenzan los escándalos de abusos sexuales cometidos dentro del seno de la Iglesia. No es suficiente solamente pedir perdón para reparar el daño causado a las víctimas de abusos. Hay terribles heridas que no sanan”, señaló el obispo Adalberto Martínez.
El religioso recordó que el papa Francisco pidió un compromiso para garantizar la protección de menores y adultos en situación de vulnerabilidad.
“Todos como Iglesia y familia debemos involucrarnos en la defensa y protección de los niños y adolescentes en todos los ámbitos, en el empeño de cuidar la vida en todas las etapas, integridad, salud física y fortaleza espiritual. Las familias tienen un rol fundamental y central, ya que la Iglesia declaró a la familia como patrimonio de la humanidad”, indicó.
Monseñor Adalberto Martínez (67) asumió este domingo como nuevo obispo de la Diócesis de Villarrica del Espíritu Santo. Fue designado por el papa Francisco en reemplazo de Ricardo Valenzuela, quien pasó a ser obispo de Caacupé en julio del 2017.
Convocatoria del papa Francisco

El papa Francisco convocó a los presidentes de las Conferencias Episcopales de todo el mundo para hablar sobre la prevención de abuso a menores. En el caso de Paraguay, aún se debe determinar quién será el representante, ya que el periodo del arzobispo Edmundo Valenzuela culmina este año y el llamado es para febrero del 2019.
La convocatoria del Vaticano se da en medio de una serie de denuncias acerca de abusos sexuales cometidos por sacerdotes de varias partes del mundo, incluyendo Paraguay.
El año pasado el sacerdote Silvestre Olmedo, de la Iglesia San José de Limpio, fue imputado por supuesta coacción sexual y violación de una mujer que era miembro de la Pastoral Juvenil.
En la ocasión, el arzobispo Edmundo Valenzuela pidió “no hacer una montaña de una piedrita”, desatando una serie de críticas de la ciudadanía que lo cuestionó por minimizar el caso.
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Olmedo fue beneficiado con prisión domiciliaria y las autoridades de la Iglesia decidieron enviarlo a una casa de retiro “para reflexionar”. Luego, la carpeta fiscal fue modificada y en vez de abuso sexual, la causa quedó como acoso, y así la Justicia le dio la libertad ambulatoria.
Un reciente caso tiene que ver con la leve condena del cura Félix Miranda Gamarra por el abuso de un adolescente de 14 años en 2016. El Tribunal de Sentencia decidió que el sacerdote no vaya a prisión y y que su condena solo consista en realizar una donación de apenas G. 5 millones.
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Varios sectores expresaron su descontento con la sentencia dictada el pasado 21 de agosto, mientras que la madre de la víctima envió una carta al papa Francisco para que expresarle la injusticia que rodea a una dependencia eclesial.
El dinero que debía abonar el religioso tenía como destino el Hospital Regional de Encarnación, pero su director, Juan Martínez, se negó a recibirlo en rechazo a la leve sanción.