La entrega de ofertas es el 21 de octubre. Los volúmenes de dragado previstos oscilan entre un mínimo de 342.857 m³ y un máximo de 632.143 m³, dependiendo del lote. “El mantenimiento de la navegabilidad del río Paraná es una prioridad estratégica para el desarrollo económico y logístico de Paraguay”, resaltó Obras Públicas.
La convocatoria, identificada como Licitación con ID Nº 49.119 – Llamado MOPC Nº 89/2024, “busca garantizar la continuidad y eficiencia del tráfico fluvial en esta arteria vital para el comercio regional”. Los volúmenes de dragado totales previstos van entre los de 1.200.000 m³ y 1.500.000 m³. “Estas obras de mantenimiento son cruciales para contrarrestar la sedimentación natural que puede crear bancos de arena, reduciendo la profundidad del río y afectando el tránsito de embarcaciones de gran calado”, señaló la cartera de Estado.
Plazo. El Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones estableció un plazo de ejecución de 26 meses para completar los trabajos, a los que consideró “críticos”. “La flexibilidad es un componente clave de este proyecto, ya que se reconoce la naturaleza dinámica del río y la posibilidad de que surjan nuevos desafíos durante el período de ejecución”, añadió.
El MOPC resaltó la importancia del proyecto, porque trasciende las fronteras, “ya que el río Paraná es una vía de transporte crucial para el comercio regional”. “El mantenimiento adecuado de su navegabilidad beneficiará tanto a productores locales como a exportadores, fortaleciendo la posición de Paraguay”, comunicó Obras Públicas.
El ingeniero Benjamín Martínez, del Departamento de Dragado de la Administración Nacional de Navegación y Puertos (ANNP), también resaltó que el caudal del río Paraná disminuyó, pero señaló que las represas instaladas en el cauce básicamente atenúan los picos de subida y bajante. “Podría haber sido mucho más catastrófico si no teníamos a las represas que van regulando. Pero el caudal que realmente está habilitado para la navegación es muy bajo, a tal punto que hoy realmente no hay navegación en la zona del Paraná”, indicó. Insistió que con las represas pudiendo retener agua en el embalse “las inundaciones son un poco más controladas”. “En contrapartida, también cuando tenemos muy poca agua, todas las represas van abriendo sus compuertas (...), entonces las bajantes no son tan extremas”, explicó.
