Por Justiniano Riveros
ARROYITO
Una emboscada con bomba originó ayer a la mañana un furibundo ataque armado contra ocho militares que se desplazaban en un camión desprotegido, que se usa para el traslado de uniformados y de logística (insumos) de las Fuerzas Armadas, no apto para incursiones.
Seis de ellos fallecieron al instante, mientras que otros dos perecieron camino al hospital. Los primeros indicios apuntan a que los autores del ataque son miembros del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), aunque no se descarta a otro grupo que estaría liderado por Alejandro Ramos.
Los fallecidos fueron identificados como subteniente Félix Fernández Duarte, sargento 1º Hugo Candia, suboficial 1º Lucio De Jesús Torrasca, vicesargento 1º Pablo Farías, sargento 1º Robert Fabián Cañete Pereira, vicesargento 1º Genaro de Jesús Arias, sargento 1º Éder Arias y el sargento 2º Sergio Daniel López.
El ataque se produjo en un camino vecinal entre los núcleos 6 y 7, de Arroyito, departamento de Concepción, a las 9.00, cuando el camión militar de la Base Nº 2 de Área Pacificación Militar iba de oeste a este, realizando su recorrido de rutina.
Mientras el vehículo seguía su trayecto, se produjo una explosión bajo la cabina, que motivó el descenso del conductor y del jefe de patrulla, el subteniente Félix Fernández.
En ese momento se produjo el ataque con armas de fuego desde el lado norte. “Primero una fuerte explosión que hizo temblar la tierra, luego una balacera infernal que no terminaba”, dijo un vendedor que se encontraba en un almacén cercano.
La versión también fue confirmada por el ministro del Interior, Francisco de Vargas, a Telefuturo.
Llevaron armas. Los criminales, que serían ocho a nueve hombres, se apoderaron y llevaron ocho fusiles reglamentarios con sus cargadores y chalecos antibalas de los uniformados fallecidos.
Según la Policía, los terroristas prepararon la bomba solo para parar el camión y atacar a sus ocupantes, que poco tiempo tuvieron para reaccionar. Se ubicaron cerca de la casa abandonada de Rubén Darío López, alias Loro, miembro del EPP, quien es uno de los principales sospechosos del atentado.
En el sitio murieron 6 de los 8 militares, cuatro de los cuerpos se hallaron en la carrocería, mientras que los del chofer y su acompañante estaban a tres metros del camión. Candia y Farías fueron encontrados aún con vida, pero fallecieron camino al hospital.
Sobre la bomba que detonó, los investigadores indicaron que se habría enterrado en el camino desde hace varios días, ya que la tierra no mostraba rastros de que fue removida recientemente.