A Lourdes Marín (36) le diagnosticaron cáncer de mamas en estadio IV el 19 de setiembre del 2019, meses antes de la pandemia. Ella no olvida esa fecha, porque el médico le dio solo 90 días de vida, debido a que la enfermedad hizo metástasis en la columna, hígado y huesos. Pero el tratamiento le permitió obtener una sobrevida, aunque la enfermedad sigue causando estragos en su cuerpo.
Cada día, cuatro mujeres son diagnosticadas con cáncer de mamas en el país. En el 2020, 452 pacientes murieron a causa de la afección oncológica. Lourdes no habla del dolor y se considera una sobreviviente, pese a los pronósticos médicos. “No me dejo vencer y siempre la apuesta es en Dios. Nos agarramos de nuestro interior para tomar a pecho y mostrarle la garra a esta enfermedad”, dijo Lourdes –en una entrevista telefónica– con un tono de voz vigoroso y alegre.
Hoy, a dos años del tratamiento, da su testimonio de vida: “Nací de nuevo”. Ella es madre de dos mujeres, 4 y 19 años, y un varón de 15 años.
Lourdes Marín vivió en carne propia el encierro de la pandemia, las limitaciones para conseguir los medicamentos y en este tiempo vio a muchas mujeres morir a causa del cáncer de mama. Un total de 597 muertes se registraron en 18 meses de pandemia a causa de la enfermedad.
TESTIMONIO. “Nacemos de nuevo porque nos aferramos a la vida, vemos diferente la vida. Cuando abro los ojos a la mañana para mí es una victoria”. Ella vive en Ciudad del Este y viajaba en el año pandémico más de 300 kilómetros para el tratamiento de quimioterapia hasta el Hospital San Pablo de Asunción. Ante la falta de buses, tuvo que alquilar en más de una ocasión un móvil para viajar.
En ese tiempo, su cuerpo sucumbió ante las 20 sesiones de quimioterapia y 20 de radioterapia, que culminaron en mayo de este año.
Hoy en el Día Internacional de Lucha contra el Cáncer de Mama, la paciente pide más acceso a los mamógrafos y a medicamentos. Lourdes Marín, a sus 36 años, sueña con poder seguir viviendo para poder acompañar a su hija de cuatro años en su primer día de clases.
La pandemia sacó lo mejor de Lourdes, ante la crisis económica en pandemia y su marido sin empleo, emprendió con un negocio de repostería, que persiste hasta hoy porque la cocina saca lo mejor de ella, comentó.