Según la Organización Mundial de la Salud, la mitad de todos los casos de cáncer de mama afectan a mujeres que no tienen factores de riesgo específicos, aparte del sexo y la edad. Sin embargo, de acuerdo con las estadísticas de la Organización, en los países con un alto índice de desarrollo humano se diagnostica con cáncer de mama a 1 de cada 12 mujeres y 1 cada 71 muere por la enfermedad, mientras que en países con peor desempeño en el índice de desarrollo humano este cáncer se detecta en 1 de cada 27 mujeres y 1 de cada 48 puede fallecer por esta causa.
A nivel local, el cáncer es la primera causa de muerte prematura antes de los 70 años. Cada año se diagnostican a cerca de 12.000 personas y en ese mismo periodo hubo 4.500 muertes. En el país, los tumores malignos más diagnosticados son de mama, próstata, colorrectal y cérvix, y en cuanto a mortalidad el cáncer de mama, cérvix, próstata y pulmón son los que tienen el índice mayor de letalidad.
El cáncer de mama es una enfermedad en la que células de la mama alteradas se multiplican sin control y forman tumores que, de no tratarse, pueden propagarse por todo el cuerpo y causar la muerte. El cáncer en estadio 0 no es potencialmente letal y se puede detectar en fases tempranas; por esta razón, es fundamental la realización de los controles médicos anuales.
No obstante, la mejor manera en que un país luche contra el cáncer es a través de una eficiente política pública en salud, pues, como es bien sabido, un importante componente de la salud pública es la prevención, con una adecuada prevención; incluso se podrían redirigir los recursos disponibles.
Lamentablemente, Paraguay muestra escasos avances en cuanto a sus políticas públicas y sobre todo en cuanto a disponer suficientes recursos para la atención de los pacientes con cáncer. Una de las estampas más atroces e inhumanas es contemplar a pacientes con cáncer realizando protestas frente a hospitales, frente al Instituto de Previsión Social o al Ministerio de Salud, en demanda de medicamentos para continuar con sus tratamientos.
La crisis por la falta de provisión de medicamentos o la reparación de algún equipo necesario para continuar los tratamientos es un hecho que se repite periódicamente, y solo cuando estas personas enfermas, inmunodeprimidas y con dolores salen a las calles y sus protestas ocupan espacios en los medios de comunicación las autoridades aplican las soluciones parche.
Lo que Paraguay necesita es una política pública de salud, mejorar la gestión y organizar un mejor presupuesto para asignar mejores recursos a Salud, y si es necesario, recortar los gastos innecesarios del Estado para poder asignarlos a la atención de la ciudadanía, a lo que corresponde como derecho a la ciudadanía. Existen muchas opciones, solo falta el valor y la coherencia para tomar decisiones, como la de aumentar el impuesto selectivo al tabaco, idea rechazada frecuentemente por la mayoría colorada del Parlamento.
Al mismo tiempo, es urgente un mayor compromiso de parte de la clase política, de las autoridades del Gobierno y los funcionarios, con el bienestar de la población. En un país con abundantes recursos son ya inaceptables las polladas para afrontar una enfermedad como el cáncer.
