“El siguiente equipo tiene dos eventos muy duros de llevar adelante que Paraguay nunca ha hecho y que no tiene la experiencia necesaria; hay que tener mucho cuidado con los plazos. Si bien son cuatro años (hasta 2022), el tiempo pasa volando. Hay mucha infraestructura que hacer, hay muchas cosas que mejorar”, señaló el ministro.
Paraguay será la sede de los Juegos de la Organización Deportiva Sudamericana (Odesur) en 2022 y el país ya ha empezado a ver “con qué infraestructura se cuenta y qué es necesario hacer en estos próximos cuatro años”, apuntó Pecci en una entrevista con EFE.
Añadió que tampoco se descuida la preparación de los deportistas paraguayos que tienen posibilidad de competir en ese evento “para que mejoren su nivel”.
Ese estudio inicial de las instalaciones con las que cuenta el país y las que falta por construir determinará el coste de la inversión, que “estaría alrededor de 100 o 120 millones de dólares”, avanzó el ministro, aunque recalcó que esta cifra es estimativa.
“Para Paraguay es un dinero muy importante”, señaló Pecci, extenista profesional y que ha desempeñado como ministro durante el actual Gobierno de Horacio Cartes, que termina su mandato el 15 de agosto.
Precisó además que la construcción de las instalaciones no va a generar una deuda para el país “porque el Estado cuenta con los recursos”.
Su objetivo es que después de 2022 “el balance sea favorable al deporte” y que la inversión inicial en infraestructuras revierta en los ciudadanos para no dejar “elefantes blancos”.
“La parte de la Villa Olímpica, que es para 5.000 personas, hay que hacerla pensando lógicamente en después. Se tiene que pensar haciendo que después se le dé un destino social o que el precio sea razonable para una clase media o media baja”, puntualizó.
Pecci solicitó también el respaldo de “la parte privada” para sacar adelante un “evento respetable, austero y con el menor costo posible para el Estado”.
El otro gran desafío al que se refirió fue la candidatura conjunta de Paraguay, Uruguay y Argentina para el Mundial de Fútbol 2030, en la que los tres países están “trabajando de forma armónica”.
“Creo que lo más importante es el valor sentimental, en 1930 el primer torneo mundial de fútbol se celebró en Montevideo (Uruguay) y está la posibilidad en el 2030, después de 100 años, de volverlo a hacer en el lugar en el que nació”, opinó Pecci.
A su juicio, una candidatura tripartita “facilita mucho” la organización y la logística, con Argentina como sede central, con ocho estadios, y Uruguay y Paraguay como subsedes, con dos campos en cada país.
“Para 2030 Paraguay tiene que estar a la altura de las circunstancias, tenemos 12 años para desarrollar dos estadios de primer nivel, tener las carreteras necesarios y, lógicamente, las infraestructuras de los hoteles”, señaló.
Ante estos “dos eventos de esa magnitud” que se dibujan en el futuro deportivo de Paraguay, Pecci se mostró partidario de que la SND se eleve “en un corto tiempo” al rango de Ministerio de Deportes.
El ministro también hizo balance de sus cinco años de gestión que, a su parecer, se caracterizó por “transparentar el deporte, cambiarle la cara y visibilizar otras disciplinas”.
“Se ha enfocado en la infraestructura que es necesaria para que (los deportistas) cuenten con el primer nivel y tengan todo a su alcance; también se ha mejorado en cuanto a intervenir en competencias internacionales, que ya lo hacen en forma seguida, y se ha capacitado a los profesores nacionales, mucho, y se ha traído a entrenadores de otras partes del mundo”, dijo.
“Esos son los ejes que hacen que el deporte paraguayo vaya mejorando”, resumió.
Asimismo, destacó la apuesta por el deporte inclusivo, que “hace cinco años prácticamente no existía nada” y confió en que se pueda “ir ampliando el número de disciplinas”.
“Cinco años no son suficientes, el camino a recorrer es largo, pero ya se ha puesto en marcha y no tiene retroceso”, concluyó Pecci. EFE