Los proyectos de contenidos más controvertidos, por contener los clásicos temas que aún dividen posiciones, como los derechos de las personas LGTBI+, demandaron largas horas de debate en las reuniones de la Comisión General conformada, y se extendieron hasta altas horas de la noche del jueves. Mientras las primeras sesiones de la Asamblea General seguían su curso. Pero ayer las posiciones confrontadas optaron por avanzar en la aprobación de los documentos y los países que no estaban de acuerdo con algunas partes de las resoluciones dejaron constancia de su posición mediante notas al pie de página. Entre ellos, Paraguay, que dejó constancia mediante resalva que rechaza toda iniciativa que ponga en riesgo el derecho a la vida desde la concepción.
El miércoles, un intento de golpe militar en Bolivia, activó de inmediato la reacción de las delegaciones participantes de la Asamblea General de la OEA, que por aclamación aprobaron una declaración de condena de este intento de desestabilizar las instituciones democráticas en ese país.
Entre los temas que generan gran preocupación en la región, se aprobaron resoluciones sobre “Continuación de los esfuerzos para el restablecimiento inmediato de la seguridad, el fortalecimiento de la asistencia humanitaria, la promoción del desarrollo socioeconómico y la prestación de asistencia para la protección de los derechos humanos y la democracia en Haití”, y “Seguimiento de la situación en Nicaragua”; “La Cuestión de las Malvinas”.
En esta Asamblea se eligieron a tres jueces de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, para el Comité Jurídico Interamericano (CJI), el Centro de Estudios de Justicia de las Américas (CEJA), para el Tribunal Administrativo, y el Comité de Auditoría.
Paraguay celebró la elección del juez Diego Moreno, para la Corte-IDH y presentó oficialmente la candidatura del canciller Ramírez Lezcano para secretario general de la OEA, a elegirse en el 2025. Esta ha sido la última Asamblea General de Luis Almagro, cuyo mandato vence el próximo año. El uruguayo fue elogiado por algunos jefes de delegación que valoraron su gestión y “trabajo increíble” como secretario general a lo largo de los dos periodos en el cargo. Lo despidieron de pie, con aplausos. Las delegaciones aprobaron que la sede del periodo ordinario 55ª de la Asamblea General sea Antigua y Barbuda.
“Que esta agenda plural no acabe nunca” dijo Almagro, emocionado. La lucha por los derechos humanos es imposible que se termine en 10 años. “Es para siempre”, expresó. Y en la rueda de prensa final reconoció que “ha habido una dinámica de negociación intensa”, refiriéndose a los proyectos de resolución que polarizaron las posiciones y requirieron maratónicas discusiones en la Comisión General. Para Almagro forma parte de las “diferencias filosóficas importantes dentro de las Américas”.