“Debido al contexto y las problemáticas evidenciadas en este proceso electoral, continuaría siendo una mejor opción convocar a una segunda vuelta”, afirmó De Icaza durante una reunión extraordinaria de la Organización de Estados Americanos (OEA), con sede en Washington.
El cómputo oficial de las elecciones en Bolivia está este miércoles cerca del 97% del escrutinio de votos, con el líder indígena a solo unas décimas de alcanzar la victoria en primera vuelta, en un recuento que la oposición considera fraudulento.
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Según datos del órgano electoral en Bolivia, Morales tiene ahora el 46,49% de los sufragios, mientras que el opositor Carlos Mesa logra por el momento el 37,01%.
El sistema electoral en Bolivia da por ganador al candidato que alcance el 50% o más de los votos, o al menos el 40% con una diferencia de diez puntos sobre el siguiente; y si ningún candidato consigue esos porcentajes, los dos más votados pasan a segunda vuelta.
De Icaza consideró que, en el caso de que Evo Morales consiga esos diez puntos de diferencia, es “razonable concluir que será por un porcentaje ínfimo” y, por eso, afirmó que sería una “mejor opción” optar por una segunda vuelta.
“Toda elección debe regirse por los principios de certeza, legalidad, transparencia, equidad, independencia e imparcialidad. La misión pudo constatar que varios de estos principios han sido vulnerados por distintas causas a lo largo de este proceso electoral”, subrayó.
“Los resultados de una elección deben de ser creíbles y aceptables para toda la población no solo para un sector”, añadió De Icaza, al frente de las misiones electorales de la OEA desde 2014.
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Después de las elecciones, celebradas el domingo, el conteo preliminar del Tribunal Supremo Electoral (TSE), órgano electoral de Bolivia, abría la puerta a una segunda vuelta entre Evo Morales y Carlos Mesa, pero esa posibilidad perdió fuerza después de que se interrumpiera el conteo del TSE.
La OEA y la Unión Europea (UE), que también envió una misión de observación para acompañar las elecciones en Bolivia, han expresado preocupación por esa interrupción del recuento preliminar y han pedido a las autoridades bolivianas que garanticen la transparencia del proceso.
Ante la gran cantidad de críticas, el canciller de Bolivia, Diego Pary, ha comunicado al secretario general de la OEA, Luis Almagro, que acepta que se haga una auditoría de todo el proceso electoral, pero no ha dejado claro si aceptara que sus resultados sean vinculantes, como reclama el organismo.
Este jueves, Pary tiene previsto comparecer ante el organismo.